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Aguirre anuncia cuatro facultades de medicina sin tener plazas para ello

Los alumnos de universidades privadas se formarían en hospitales públicos

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, anunció ayer la creación de cuatro facultades de medicina en la región el próximo curso, una propuesta que, de llevarse a la práctica, revolucionaría la docencia médica madrileña y amenaza con abrir un nuevo frente de batalla entre Madrid, por un lado, y el Ministerio de Educación y las demás comunidades, por el otro.

La revolución docente llegaría por tres motivos. El primero es que Aguirre pretende duplicar de un plumazo el número de facultades de medicina en la región, al pasar de cuatro actuales -tres en universidades públicas Complutense, Autónoma y Alcalá de Henares, y una privada, en la San Pablo CEU- a ocho.

El segundo es que de las cuatro nuevas facultades, sólo la de la Rey Juan Carlos sería pública. Fiel a su política privatizadora de todo lo sanitario, Aguirre cedería tres de las nuevas facultades a universidades privadas: Francisco de Vitoria, Europea de Madrid y Alfonso X. En toda España, además del CEU, sólo existe en estos momentos otra facultad de medicina privada, la de la Universidad de Navarra.

El tercer cambio sustancial que propone Aguirre en el sistema docente regional es que los alumnos de estas tres universidades privadas completen su formación en 11 hospitales y decenas de centros de salud públicos. Estos hospitales, según el convenio firmado ayer por Aguirre con los rectores, serían el Severo Ochoa, José Germain, Virgen de la Poveda y Cruz Roja para la Alfonso X; Móstoles, Doctor Rodríguez Lafora, Guadarrama, El Escorial y Virgen de la Torre para la Francisco de Vitoria; y Getafe, Santa Cristina y Fuenfría para la Universidad Europea.

La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública considera que esto pone en peligro la calidad de los futuros médicos. "En las universidades públicas acceden a la carrera de medicina los mejores alumnos por méritos académicos, mientras que con el nuevo sistema se formarán médicos que accederán a las universidades privadas por otras razones, como el poder adquisitivo. Además, poner a los hospitales públicos a trabajar en la formación de estos alumnos es un error y algo injusto".

Potencial conflictivo

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La propuesta de Aguirre tiene además un elevado potencial conflictivo, ya que la Comunidad de Madrid carece en estos momentos de las plazas universitarias necesarias para cuatro nuevas facultades.

Como recordó ayer el director general de Universidades del Ministerio de Educación, Javier Vidal, las comunidades tienen la competencia exclusiva para crear nuevas universidades y facultades, pero deben ponerse de acuerdo entre ellas para fijar cuántas plazas de medicina puede ofrecer cada una en el marco de la Conferencia General de Política Universitaria.

Ese órgano está formado por un miembro de cada comunidad autónoma y cinco del ministerio. Cada Gobierno regional llega a la conferencia con una propuesta de las plazas que quiere ofrecer al curso siguiente, y el número total tiene que ser aprobado por todos ellos. "Hasta ahora no se ha llegado a votar nunca, siempre se ha alcanzado un acuerdo", asegura Vidal, pero si alguna comunidad llega al encuentro con una propuesta que "supera el marco establecido, seguramente no se aceptará".

El marco al que se refiere es el objetivo marcado por el ministerio de aumentar, de forma escalonada, 2.000 plazas en medicina durante los próximos cinco años (unas 400 al año para toda España). El pasado diciembre, Educación presentó esta iniciativa y les pidió que elaborasen un plan de necesidades y propuestas para aumentar las plazas. "No parece razonable un incremento radical", asegura Vidal.

De las 400 plazas anuales para toda España, a Madrid corresponderían, según su peso demográfico y universitario, entre 60 y 80, totalmente insuficientes para abrir las nuevas facultades. "La propuesta parece descabellada por dos razones", explica la vicerrectora de la Universidad de Alcalá, Purificación Moscoso. "Primero, porque difícilmente habrá plazas para cuatro facultades. Y segundo, porque lo lógico es que el aumento de las plazas corresponda a las universidades públicas que ya funcionan, y no a nuevas iniciativas privadas".

Si Aguirre quiere más plazas, tendrá que batallar por ellas con las otras comunidades, muchas de las cuales también quieren crear nuevas facultades o ampliar las ya existentes. En el caso probable de no lograrlas, la presidenta podrá mantener el discurso plañidero que ha mantenido en el último año, en el que ha acusado al Gobierno central de no atender a las necesidades de la región. Las tensiones entre comunidades, sin embargo, pueden ir más allá. Como un portavoz del Ejecutivo regional recordó ayer "si no se forman más médicos, Madrid tendrá que atraerlos de otras comunidades".

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