Petición de clemencia
Los residentes británicos Jamil El-Banna y Omar Deghayes se sintieron cruelmente decepcionados cuando al llegar a Inglaterra con su libertad recién recobrada, justo antes de Navidad, y después de haber pasado cinco años de sufrimiento en Guantánamo, les arrestaron de nuevo a petición del Gobierno español con una demanda de extradición por presuntos cargos de terrorismo. Las autoridades estadounidenses y británicas habían dejado claro con la puesta en libertad de estos dos hombres que no suponen ninguna amenaza a la seguridad. La prueba en la que España ha basado su argumento es muy dudosa e inconsistente. De acuerdo con el Convenio Europeo de Extradición, las autoridades británicas no han tenido otra opción que la de actuar en base al requerimiento de otro Estado europeo, llevando a los acusados ante el juzgado. Afortunadamente, cuando estos fueron llevados ante la Corte de Magistrados de Horseferry Road, el juez de distrito, con sabiduría y compasión decidió dejarles en libertad bajo fianza, a la espera del juicio que se celebraría en el año venidero. Por poco convincente que pueda ser este caso y sea cual sea el resultado del fallo de la justicia española, no puede haber ninguna justificación para someterles a más sufrimiento con otro proceso legal prolongado e incierto, después de todo lo que han pasado hasta el momento.
Pedimos al Gobierno español que retire su desconsiderada persecución contra estos hombres. Ya han sufrido suficiente.