Nuevo diseño del 'lobby' automovilístico

Las principales asociaciones del sector automovilístico: Anfac (fabricantes), Aniacam (importadores), Faconauto (concesionarios), Sernauto (componentes) y Ganvam (vendedores y talleres) no se cansan de denunciar el desequilibrio existente entre la importancia de esta actividad en la economía española y la consideración de que son objeto por parte de la Administración.

El monopolio que ha ejercido tradicionalmente Anfac como interlocutor y la indefinición de su naturaleza, con un fuerte rechazo a su consideración como patronal, han contribuido también junto a determinados personalismos a crear un clima de agitación en estos momentos que ha culminado con la incorporación de Ford España en Aniacam. Algo que su presidente, José Manel Machado, justifica con la necesidad de defender también sus intereses comerciales, además de los industriales, que quedan en manos de Anfac.

Los presidentes de Aniacam y Faconauto solicitarán al próximo Gobierno la creación de una secretaría general del automóvil

Para el presidente de Aniacam, sin embargo, la decisión de Ford no es más que el principio de un movimiento importante. Germán López Madrid está convencido de que próximamente van a seguir sus pasos la mayor parte de los fabricantes y se va a poder abordar por fin una vertebración del sector que aglutine a todos los que lo componen.

De momento cuenta con el apoyo del presidente de Faconauto, Antonio Romero-Haupold, que a su vez ha recibido el respaldo de Aniacam en la recogida de las 500.000 firmas que necesita para tramitar su propuesta de ley de distribución. Romero-Haupold también hace hincapié en la importancia de las Cámaras de Comercio, donde una gran parte de sus asociados disponen de una importante representación.

Quizá llevados por el ambiente navideño, ambos responsables, tras argumentar la importancia de su dimensión laboral con más de 170.000 empleados repartidos en unas 3.700 empresas, frente a los 70.000 trabajadores que agrupan los fabricantes, se manifestaron dispuestos a solicitar al Gobierno que salga de las próximas elecciones de marzo la creación de una secretaría general del automóvil.

Aunque se trata de actividades distintas, hay sin embargo muchos intereses comunes que justificarían estos intentos de agrupación, como la inminente desaparición de las ayudas a la renovación del parque a través del Prever.

Queda por ver ahora, además de la reacción de Anfac, cuyos miembros se ven atados por el denominado "efecto sede", ya que las decisiones cruciales se toman en el exterior, el cauce por el que podría discurrir esta nueva corriente sobre la que tendrá que pronunciarse también la gran patronal CEOE.