El crecimiento demográfico de Treviño lo acerca a Álava
El enclave de Treviño, en el corazón de Álava, a 18 kilómetros de Vitoria aunque perteneciente a Burgos, vive desde hace 15 años una recuperación demográfica inaudita: sus dos municipios recuperan parte de la población que perdieron con el éxodo rural de los sesenta y setenta.
Allí se instalan principalmente vitorianos que huyen de los altos precios en la ciudad. El rejuvenecimiento y la demanda de servicios ha reabierto un debate secular: la incorporación del enclave a Álava. Los vecinos desean una mejor gestión antes que entrar en el debate político y aunque la mayoría considera que la administración vasca cubre mejor sus necesidades.
Los 221,6 kilómetros cuadrados del enclave se distribuyen en dos municipios: La Puebla de Arganzón y Condado de Treviño, el más extenso. En total, algo más de 1.700 habitantes, una población que ha aumentado en 600 personas en 15 años. Son jóvenes en urbanizaciones nuevas. Treviño es legalmente parte de Castilla y León pero los más pequeños estudian en euskera. La vida cotidiana de muchos treviñenses es 100% alavesa. En la consulta popular de 1998 participó el 76% del censo y un 68% de los votantes respaldó la incorporación a Álava.
Inmaculada Ranedo, alcaldesa del Condado (PP), admite esta realidad, pero cree que la corporación anterior "se ha desgastado en controversias, y ha desatendido la vida del municipio". Ranedo mantendrá la escuela, "aunque será bilingüe", aclara.
La gestión resulta clave en la reclamación. En cuanto a la asistencia médica y la atención a la tercera edad, el Gobierno vasco y la Diputación de Álava la ejercen en un limbo administrativo, porque la Junta de Castilla y León (PP) se niega a pactar con las instituciones vascas. A cambio, mima la principal dedicación del enclave, la agricultura.
