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La experiencia de Sabadell

La lista de espera para acudir a un dermatólogo a través de la sanidad pública es de unos seis meses en la demarcación de Sabadell. La misma recepcionista de uno de los centros de atención primaria (CAP) de la ciudad, al preguntarle si no será mejor pedir hora en una consulta privada, aconseja la segunda opción.

No es así en todas las especialidades médicas. Álex acudió en febrero a su médico de cabecera, quien le derivó a un dermatólogo y, además, le solicitó una colonoscopia. Esperó tres meses para la prueba diagnóstica. El dermatólogo lo visitó medio año después, y casi de refilón. "Literalmente, no me dio tiempo ni a sentarme en la silla de la consulta", asegura el joven, con molestias en un lunar. Otros usuarios, en cambio, como Flor y Mariluz, se muestran satisfechos con los tiempos de espera y explican que "en una semana o 10 días" se puede conseguir una visita en otorrinolaringología u oftalmología en el CAP II Sant Fèlix de Sabadell. Este centro, junto con el Hospital de Sabadell, se hace cargo de la atención especializada de esta ciudad, así como de Castellar del Vallès, Santa Perpètua y parte de Sant Quirze del Vallès. Cuando se sobrepasa la capacidad de estos dos centros, se derivan visitas al Hospital General de Catalunya.

Una de las claves para rebajar las listas de espera es "mejorar las agendas de los médicos especialistas", afirma el director del CAP II Sant Fèlix, Antoni Rodríguez, quien además, es uno de los responsables de llevar a cabo la integración de la atención especializada en Sabadell. Se trata de un proceso impulsado por el Servicio Catalán de la Salud con el objetivo, precisamente, de coordinar de una manera más ágil los recursos humanos y materiales para evitar colapsos. Con la reforma, se mantienen los mismos profesionales pero pasan a depender del Hospital de Sabadell, que hace un año empezó a redistribuir las especialidades.

Para el doctor Enrique Gálvez, responsable de Atención Especializada del Servicio de Atención Primaria Sabadell-Cerdanyola-Ripollet, las ventajas son claras: "Era absurdo que el paciente se visitara en Sant Fèlix y después tuviera que pedir otra visita en el hospital para ser intervenido porque nosotros no teníamos el material necesario". Ahora las especialidades y el material se concentran en un centro o en el otro y en una misma visita se puede solucionar el problema. Algunas especialidades, como la psiquiatría y la reumatología, se han trasladado a los CAP, donde el especialista pasa consulta una vez por semana. El resto visita los ambulatorios una vez al mes para reunirse con los médicos de cabecera y estudiar casos concretos.

Estas consultorías aumentan la comunicación entre unos y otros, contribuyen a resolver dudas y evitan derivaciones innecesarias al especialista, aligerando así las listas. "Nos sentimos más apoyados y podemos hacernos cargo del seguimiento de pacientes que antes derivábamos al hospital", dice Miquel Cirera, médico de familia en el CAP Can Rull de Sabadell, aunque reconoce que la presión asistencial en el Vallès es elevada y faltan médicos. Se prevé que el proceso de integración culmine en 2008. Los usuarios, de momento, dicen no haber notado grandes cambios. Será cuestión de esperar.

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