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Crítica:TOROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Nada más. Ni nada menos

Hermoso arrolla, enloquece. El caballero navarro, como un cometa ecuestre, deja una estela de toreo extraordinario. Lo extraordinario en Hermoso es que no esté extraordinario. Así, cuando la pata delantera del caballo atravesó el portón, atronó la ovación. Y en el paseo, más de lo mismo. Como llovía, el tejado se cerró como la nave de Skywalker y la plaza quedó presa de seguridad y tristeza.

El navarro hubo de torear toros que corren poco. Y toreó. Al primero, encelando en la cola sin prisa ni presión, sin castigar -un solo rejón-, le bailoteó lo justo y, aunque le daba el flanco cercano, no quería entrar al juego. Los tres palos cortos en carrusel y el rejón trasero que lo fulminó le valieron un trofeo. También al cuarto, justo de fuelle, le medía el maestro, ceñido en la cara, con suaves quiebros, temple de costado y rejones altos hasta molinetear y peinarle el lomo a dos manos. Un delirio frustrado por descabellos.

Bohórquez, Ruiz / Hermoso, Juli, Gallo

Toros de Fermín Bohórquez, nobles y sosos, y de Daniel Ruiz, justos de garra y casta, con brusquedades y manseos. Hermoso de Mendoza: rejón trasero y desprendido (oreja); rejón y cuatro descabellos (saludos). El Juli: estocada (oreja); buena estocada (oreja). Eduardo Gallo: buena estocada (oreja); estocada desprendidilla (oreja). Plaza de Illumbe, 15 de agosto. 4ª de abono. Casi lleno.

EJ cortó dos orejas. La primera a un soso que no dio lugar a emociones, pero al que enseñó a embestir: capote de tienta, teloncillos suaves, la tela a la cara con sereno tesón hasta que se hizo con él y el trapo barrió la arena a la que lo envió el estoque. El público lo vio y lo premió. E igual en el quinto, que entró con leve derrote a la muleta adelantada que, abierto el compás, le invitaba adentro. Venció EJ el desafío. Nada más que eso. Ni nada menos. Y la estocada valió otra oreja.

Por Cayetano vino Gallo, torero frío -o de calor lento- que revivió en Portugal y estalló en Santander al amparo del verano. Como EJ, mostró clase y dominio. Al tercero -brusco- le dio lentas tafalleras y lo embarcó en la diestra con empaque encomiable. Una serie inmóvil en el platillo, adornos por la espalda y final en la cara, con ayudados secos a media altura, precedieron a la gran estocada. Arrancó oles, ecos de admiración y una oreja.

Y cortó otra al sexto, que quería desbaratar, con su cabeza alta y sus derrotes, las promesas de enjundia del recibo. No lo consiguió: Gallo tiraba de él con firmeza, la muleta dura y el brazo en mando. Nada más. Ni nada menos. No pudo estar Cayetano. Estuvo Galletano.

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, ayer en su segundo toro.
El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, ayer en su segundo toro.JESÚS URIARTE

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