Todo un desastre
La corrida del día de la Virgen fue una amargura, una tristeza.Confirmó alternativa Gabriel Picazo. El toro castaño de Millares lució impresionante arboladura. Picazo, con leve capotillo, lució en los lances de recibo. El toro llegó al último tercio sin recorrido. Picazo anduvo firme, dispuesto. La faena, basada en la mano izquierda, en la corta distancia, demasiado encimista.
En el sexto, Picazo, con otro manso insufrible, nada pudo hacer. El inepto presidente se ganó la bronca del respetable. El maestro Castuera, director de la banda musical, la ovación de la tarde. A Picazo, muy valiente, apenas le hicieron caso.
Robleño, con su primero, amulado de tipo, justo de fuerzas, estuvo serio y acoplado. Sólo faltó toro. En el quinto, otro toro quedado y parado, no le permitió mayores logros.
Millares / Robleño, Torres Jerez, Picazo
Toros de Manuel Ángel Millares, 3º y 6º, con el hierro de Espantalobos, mansos y descastados; 2º, sobrero, de Juan Valenzuela, difícil. Robleño: palmas y silencio. Torres Jerez: silencio y silencio. Gabriel Picazo, que confirmó la alternativa: ovación y palmas. Las Ventas, 15 de agosto.
Torres Jerez, vio como el tercero, una birria de toro, se derrumbó con estrépito. No hubo faena. El toro se echó y fue apluntillado. Una vergüenza. En su segundo, el diestro de Almería paró con valor y temple.
