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Los servicios mínimos del 100% frustran la huelga de los vigilantes de Manises

AENA aseguró que se había cumplido con la resolución de la Delegación de Gobierno

La huelga convocada por los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Valencia no obtuvo los efectos que estos pretendían. El comité de huelga criticó que se hubieran sobrepasado los servicios mínimos que la Delegación de Gobierno había autorizado en una resolución, ya que "todos los trabajadores" habían recibido una carta que les obligaba a cumplir con su jornada laboral. Los vigilantes amenazan con continuar con sus protestas para reivindicar, entre otros, que se especifiquen sus funciones, que se les aporte un cuadrante laboral y que se les habilite un vestuario.

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¿Un servicio o un vestuario?

La primera jornada de huelga de los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Manises (Valencia) transcurrió con normalidad y no tuvo repercusiones en los usuarios, a pesar de los 219 vuelos que estaban previstos. El comité de huelga argumentó que la protesta se había frustrado de nuevo, como ocurrió el pasado 31 de julio y 1 de agosto, porque no se habían respetado los servicios mínimos. "Han obligado a trabajar a todos los empleados con la excusa de cumplir con los servicios mínimos", explica Juan Bejarano, miembro del Comité de Huelga de Eulen Seguridad, empresa con la que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) tiene contratados los servicios auxiliares de seguridad del aeropuerto, que depende de la Guardia Civil.

Los responsables de AENA explicaron que la jornada se había desarrollado con normalidad y que se habían respetado los tres filtros de seguridad, "el mínimo que había indicado la Delegación de Gobierno", aseguran desde el servicio de seguridad de AENA. El sindicato que lidera la protesta, Alternativa Sindical, informó, sin embargo, de que el aeropuerto había habilitado un cuarto filtro de seguridad para agilizar la afluencia de público que acudió desde primera hora de la tarde. El sindicato declaró que Eulen había recurrido a empleados de otros lugares como Jaén, Madrid o Ciudad Real, "que no tienen la formación necesaria para estar en un control" para cubrir esos puestos.

El comité aseguró que algunos empleados estaban desarrollando jornadas de 16 y 24 horas y que se había trabajado al 150%. Criticó el argumento de la Guardia Civil de ampliar los servicios por motivos de seguridad, "cuando la razón es agilizar las colas", afirmó Juan Bejarano, coordinador de Alternativa Sindical.

Los vigilantes continuarán con la protesta en el aeropuerto, donde los siete miembros del comité de huelga están concentrados desde el 30 julio. Exigen sus reivindicaciones, ya que "un 90% están recogidas en el Estatuto del Trabajador". Entre ellas, solicitan a la empresa un cuadrante "debidamente firmado" de las horas trabajadas y que se desarrolle un plan de carrera que garantice que los ascensos cumplan con el convenio colectivo de empresas de seguridad. Además, piden que se especifiquen sus funciones y su colaboración con las fuerzas de seguridad del Estado. En el caso de traslado de un trabajador, exigen un informe razonado.

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