Titán inicia en Tánger su expansión por el norte de África
La firma de Folch-Rusiñol levantará una fábrica con tres millones
Industrias Titán, que cerró 2006 con un beneficio de casi cinco millones de euros y con un crecimiento del 8%, hasta rozar los 140 millones, tiene previsto poner en marcha una fábrica de pintura plástica en Tánger en la próxima primavera. Marruecos es el lugar escogido por la empresa de la familia Folch-Rusiñol para iniciar su expansión por la cuenca mediterránea de África.
Será una fábrica pequeña, requerirá una inversión de apenas tres millones de euros y empleará a una veintena de trabajadores, pero tendrá una capacidad de producción de 10.000 toneladas de pintura al agua. "Nuestra filosofía viene marcada por la prudencia
[tiene unos recursos propios de 122 millones de euros], vamos creciendo poco a poco, como las ondas causadas cuando lanzamos una piedra al agua", explicaba ayer el consejero delegado de Industrias Titán, Josep Farrés.
Así que el objetivo es primero implantarse "bien" en el norte de Marruecos, país en el que Titán ya vende y se conoce la marca, pero donde cuenta con la competencia de varios fabricantes locales, que habían pertenecido a capital francés. Y a partir de ahí, ir creciendo, hacia Túnez, Mauritania, "Argelia es un poco más difícil", señala.
En paralelo, la empresa quiere aumentar su posición en Francia, con una red de distribuidores más amplia, y tiene previsto firmar acuerdos similares en Europa del Este, en Rumania y Bulgaria.
La presencia de Titán en el exterior es aún reducida. El 95% de la producción la vende en España, donde lidera el mercado con absoluta claridad -"duplicamos a nuestro inmediato competidor", según Farrés-, por encima de Akzo Nobel (Bruguer) y el grupo luso CIM, que hace tres años adquirió Valentine para acortar distancias.
Bellas artes
Además de las siete fábricas de pintura que tiene en España (cinco en El Prat, una en Sevilla y otra en Las Palmas de Gran Canaria), cuenta con otros dos centros en Portugal.
Sólo exporta el 5% de la producción, principalmente a países nórdicos, como Noruega, Suecia, Holanda y Alemania, entre otros, mayoritariamente pinturas del sector de bellas artes, que aporta el 6% de la cifra de negocios de la empresa. La decoración de gran consumo contribuye con el 54%, la profesional con el 25% y el sector náutico e industrial aporta el 15% restante.
A finales de 2006, Titán adquirió la histórica marca Taker, con el objetivo de reforzar su posición en el mercado de las bellas artes.
Industrias Titán, cuyo producto de bandera sigue siendo el popular esmalte sintético Titanlux, celebra 90 años. La fundó Joaquín Folch en 1917 y hoy la preside su nieto, Joaquim Folch-Rusiñol Corachán, uno de los mayores accionistas del Santander y de Banco Sabadell, que no se inmiscuye en la gestión de Titán. "Cuando los amos se meten en el negocio, empieza a ir mal", sonríe Farrés, que lleva 20 años en la empresa.
