Ahern busca aliados para gobernar Irlanda por tercera vez
Los buenos augurios de los sondeos se tradujeron ayer en una clara victoria del Fianna Fáil del primer ministro Bertie Ahern, que podrá gobernar la República de Irlanda por tercera vez consecutiva. Finalizado el recuento, el Fianna Fáil logró 78 de los 166 escaños de la Cámara; sus rivales del Fine Gael, 51; los laboristas, 20; los Verdes, 6; el Sinn Fein, 4; los Demócratas Progresistas, 2, y los candidatos independientes, 5.
El partido de Ahern se queda, en definitiva, muy cerca de los 81 escaños que tenía en el Parlamento saliente y a un tiro de piedra de los 83 escaños que marcan la mayoría absoluta. El colapso de sus actuales socios de Gobierno, los Demócratas Progresistas, que han perdido seis de sus ocho diputados, obliga al primer ministro a buscar socios alternativos.
Pero Ahern no ha querido especular sobre las posibilidades. "Mi opción preferida es dirigir un Gobierno estable por cinco años", se limitó a decir. Si el Fianna Fáil hubiera llegado a los 79 escaños, habría podido gobernar en solitario con el apoyo de los Demócratas Progresistas y dos independientes.
Ahora, a cinco escaños de la mayoría absoluta, las opciones más probables serían una alianza con los verdes o una coalición con los laboristas, aunque esto iría de alguna manera en contra de la corriente mantenida de la campaña electoral.
La campaña ha sido larga -cinco semanas- y muy dura. El partido de Ahern se tambaleó en los primeros sondeos, en parte debido al resurgimiento de la polémica sobre las finanzas de Bertie Ahern años atrás, cuando era ministro de Finanzas. Pero el taoiseach, como se denomina en gaélico al primer ministro, al que llaman Mister Teflón porque no hay escándalo que se le quede pegado, se recuperó de forma espectacular en el último tramo de la campaña y consolidó su liderazgo en el debate televisado con Enda Kenny, líder del partido rival, el conservador Fina Gael.
El Fina Gael ha obtenido unos buenos resultados, con un 27,3% de los votos de primera preferencia (casi cinco puntos más que en 2002) y 51 escaños. Pero sus aliados laboristas de Pat Rabbitte se han quedado entre 20 escaños, pocos para desafiar al Fianna Fáil.
