_
_
_
_
_
Reportaje:

Barcelona escoge nuevo poeta por un año

La valenciana Maria Josep Escrivà vence en los remozados Jocs Florals de la ciudad

Tarde poética la de ayer en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. El quinteto de viento Barna Brass interpretó el himno del rey Joan I para dar solemne entrada en la magna sala al alcalde Jordi Hereu, que se estrenaba en unos Jocs Florals. Después de evaluar los 66 originales presentados al histórico concurso, el jurado, presidido por Lluís Solà e integrado por los vocales David Castillo, Gaspar Jaén y Ana María Moix, premió a la poeta valenciana Maria Josep Escrivà (Grau de Gandia, 1968) por el poemario Flors a casa, que publicará Edicions 62.

Escrivà es doctora en Filología Catalana y el sexto miembro del colectivo de poetas autodenominados Imparables que se lleva a casa la Flor Natural después de Eugeni Forcano, Lluís Calvo, Sebastià Alzamora, Héctor Bofill y Joan Elies Adell. El premio, dotado con 10.000 euros, tiene otro valor añadido: la ganadora se convierte desde hoy y durante todo un año en poeta de la ciudad de Barcelona y participará en la próxima edición del Festival Internacional de Poesía. Jordi Valls, poeta de la ciudad saliente, que hoy se despide en el Palau de la Música en el marco del 23º Festival Internacional de Poesia, agradeció su experiencia como poeta de la ciudad. Saludó a la poeta entrante y le advirtió que no es una tarea fácil representar la poesía en nombre de una ciudad como Barcelona.

El poeta también valenciano Marc Granell glosó la figura de Escrivà, gran activista que ha removido las aguas estancadas de la poesía de su tierra organizando recitales y tertulias en el café Malvarosa y colaborando como crítica literaria en periódicos y revistas.

Jordi Julià, encargado del balance lírico desde la última edición dels Jocs Florals, seleccionó los mejores poetas del año, que tuvieron la oportunidad de leer una de sus composiciones ante el público que, en lo que también es ya una tradición, abarrotaba el Saló de Cent. Los seleccionados fueron Ponç Pons, Montserrat Abelló, Jordi Larios, Francesc Parcerisas, Carles Camps Mundó, Marc Granell, Josep Maria Sala-Valldaura, Isidre Martínez Marzo, Gemma Gorga, Joan Elies Adell y Jordi Llavina.

En su balance, Julià apuntó a un cambio de tendencia en la poesía catalana, cada vez más alejada de la figuración realista y de las experiencias cotidianas y urbanas, predominantes durante los últimos 20 años. "El poema narrativo", afirma Julià, "ha tendido a condensarse en poemas más compactados, que casi funcionan como iluminaciones". Solà, presidente de los mantenedores, hizo un elogio apasionado de la lengua: "La poesía no es cosa de filólogos. La voz de la poesía anuncia desde siempre que la palabra no pertenece a nadie y nos pertenece a todos. La palabra nos forma y nos conforma, nos abre y nos une con nosotros mismos, con los demás y el mundo. A pesar del asedio que vive nuestra lengua, los poetas hablan".

Los Jocs Florals se prolongaron un poco más de lo previsto. La actriz Àngels Bassas, encargada de presentar el acto, tuvo que marcharse antes del final para llegar puntualmente al teatro. Hereu despidió la fiesta ante un público mayoritariamente jubilado, que salió del Saló de Cent impaciente para llegar al refrigerio, quejándose de la potencia del aire acondicionado, que llegó a generar temperaturas árticas, calambres en las piernas y algún catarro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_