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Reportaje:Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

29 acusados a la defensiva

Nueve jornadas de juicio no dejan ni rastro de ETA y arrojan luz sobre el atentado islamista

Las nueve primeras jornadas del juicio por el mayor atentado en la historia de España no han dejado ni un sólo rastro solvente de ETA en la investigación de la matanza de los trenes y han permitido reunir algunas evidencias sobre la existencia de un grupo de islamistas radicales que causó la muerte a 191 personas y dejó 1.824 heridos el 11 de marzo de 2004. 29 procesados y un testigo han dibujado un panorama de islamistas buscando explosivos, de un delincuente dispuesto a facilitarlos sin preguntar y, sobre todo, una coincidencia en sálvese quien pueda. Pero de ETA, de conspiraciones en las entrañas del Estado, no hay rastro, salvo en las preguntas de dos acusaciones, especialmente la de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M.

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Los testimonios de los 29 acusados que han sido interrogados en largas sesiones se han topado en muchos casos con el silencio, en otros con explicaciones contradictorias que negaban declaraciones recogidas en el sumario y hechas ante el juez Juan del Olmo, y en general con la proclamación de inocencia de los implicados. Todo estaba dentro del guión previsto y obedece al sagrado derecho de los acusados a declararse inocentes. O "superinocente", como se definió el confidente Rafá Zouhier, sobre cuya cabeza pende el ser el enlace entre los islamistas y la trama asturiana.

De lo visto y oído en las primeras nuevas jornadas de juicio, se pueden sacar las siguientes conclusiones:

- Grupo violento de radicales islamistas. La investigación policial y judicial ha acreditado durante tres años de pesquisas que un pelotón de islamistas, previamente investigados por su radicalidad, estuvieron en la génesis del atentado. Serhane el Tunecino aparece como la clave, el nexo común entre islamistas investigados en España por su presunta relación con los atentados del 11-S, con los atentados de Casablanca (por el que está encarcelado en Marruecos su cuñado Mustafá Maymouni) y con otras acciones investigadas por servicios secretos de Francia, Bélgica, Italia o Marruecos, entre otros países. Fouad El Morabit, el estudiante políglota, lo definió como un bocazas. Pero otros, como Basel Ghalyoun o Mohanad Almallah Dabas, lo han descrito como un "radical" que animaba a hacer la yihad en Irak, a atacar comisarías o atracar joyerías.

- Un delincuente sin escrúpulos. Antonio Toro retrató a su cuñado, José Emilio Suárez Trashorras. Dijo que todo el que se acerca a él acaba en líos. El ex minero, confidente del inspector de estupefacientes de Avilés Manuel García, Manolón, propuso a sus amigos bajar explosivos a Madrid para entregárselos a Jamal Ahmidan, El Chino, y algunos lo hicieron por dinero. Traficaba con hachís, cocaína, coches, explosivos. Pero, según él, todo bajo supervisión de su amigo policía con el que, según Toro, "estaba todo el día ji-ji-ji, ja-ja-ja". Manolón lo explicará en el juicio, como ya lo hizo en la comisión de investigación, de la que salió llorando. La impresión que se saca del juicio es que fue Rafá Zouhier quien puso en el oído de El Chino que Trashorras tenía acceso a la Goma 2.

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- ETA no aparece. Los islamistas ya han dicho que eso de ETA no saben ni qué es y que ellos no han estado en contacto con etarras. "¿Gurrucheta qué?", llegó a preguntar Zouhier cuando un abogado le citó el nombre de un etarra. Los asturianos aseguran que, antes de que los metieran en prisión por el 11-M, jamás habían tenido relación con miembros de la banda. El supuesto número de teléfono de un etarra que Toro enseñó a su cuñado resultó ser de Paloma, la mujer de un interno, Sabino, con el que tenía amistad. La oferta de 150 kilos de explosivos fue calificada de "mentira" por Toro y Trashorras, fruto de una invención de José Ignacio Fernández Díaz, Nayo, huido por otra causa. La relación de Trashorras con el robo por parte de ETA de un coche de ETA en Avilés en 2002, "un bulo, una invención". Trashorras se desvinculó en el juicio de sus primeras declaraciones ante la policía y la justicia, pero dio como ciertas informaciones que ni contó al juez ni aparecen por ninguna parte. Por ejemplo, declaró en la sala que "le pareció" que El Chino le dijo por teléfono que conocía a los etarras detenidos en Cañaveras (Cuenca) el 29 de febrero de 2004. Luego matizó que "de ETA no dijo nada" y que "quizás fue un malentendido".

- Ni tantos confidentes ni tan controlados. Los teóricos de la conspiración han hablado de una pléyade de confidentes en toda la trama, unidos a unos delincuentes comunes "controlados" por los aparatos del Estado. Pero confidentes sólo han salido dos por ahora, los que se sabían desde el principio: Trashorras y Zouhier. Toro, al que se vinculaba con el CNI, ya ha dicho que no. Y todos los musulmanes interrogados ya han dicho que no tenían ni idea de que estaban siendo investigados por servicios policiales ni por el CNI. Los dos confidentes han insistido en que ellos avisaron del tráfico de explosivos, pero el único que sí dijo algo confirmado de la existencia del trapicheo con Goma 2 fue Zouhier.

Los acusados en el juicio del 11-M escuchan una declaración durante una de las sesiones.
Los acusados en el juicio del 11-M escuchan una declaración durante una de las sesiones.ASSOCIATED PRESS

LOS TESTIMONIOS DE LOS PRINCIPALES IMPLICADOS EN LA MATANZA DE LOS TRENES

Rabei Osman el Egipcio: "La operación entera de Madrid fue idea mía" (conversación grabada en su piso de Milán en junio de 2004). "Nunca he tenido relación con los acontecimientos que ocurrieron en Madrid" (declaración en el juicio). Considerado autor intelectual por el juez

Jamal Zougam: "Cuando ocurrió el atentado yo estaba durmiendo, y si estaba durmiendo no pude ir a Alcalá en ningún coche". El procesado ha sido reconocido por varios testigos que viajaron en los trenes. Considerado autor material por el juez

Basel Ghalyoun: "Serhane El Tunecino me dijo en agosto de 2003 que estaba justificado atacar a españoles porque España estaba en la guerra de Irak contra los musulmanes. Yo dije que había dicho atentados, pero me refería a atentados a la autoridad, pero no bombas". Considerado autor material por la fiscalía

Abdelmajid Bouchar. "Yo estuve en España desde el 11 de marzo al 4 de abril y la gente que comete un crimen, huye". Considerado autor material por el juez

José Emilio Suárez Trashorras: "Fue Rafá Zouhier el que me preguntó si podía conseguir explosivos, porque estuvo en la cárcel con mi cuñado, que estaba por tenencia de explosivos"

LA CLAVE DE ASTURIAS

Los amigos de Trashorras lo vinculan con El Chino

José Emilio Suárez Trashorras ofrecía a sus amigos llevar explosivos a Jamal Ahmidan, el Chino. Cada semana, según Iván Reiss, organizaba un viaje a Madrid.

ACABAN LOS 29 PROCESADOS

Los acusados describen los tratos de los islamistas y los mineros

Las declaraciones de los 29 imputados se han convertido en un sálvese quien pueda, pero han ido dejando retazos de cómo se germinó la célula islamista del 11-M y cómo ésta logró los explosivos gracias a Suárez Trashorras.

Un vídeo prueba la falta de control de los explosivos

Bastó ver en vídeo cómo estaba la mina Conchita tras los atentados para probar que quien quisiera podía hacerse con un polvorín de dinamita y detonadores.

ETA no aparece salvo en preguntas de los abogados

Hasta ahora, en la vista no ha aparecido ni un signo de la posible presencia de ETA en el 11-M, pese a la insistencia de los letrados que defienden la conspiración.

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