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Buena acogida al estreno del Centro Coreográfico

El público premia con un largo aplauso la primera representación de 'Vacuo' en Santiago

El Centro Coreográfico Galego (CCG) se estrenó en Santiago el pasado jueves con la presentación de Vacuo, la primera de sus producciones propias en la nueva etapa de un centro que recoge el testigo del antiguo Ballet Galego Rey de Viana. Es evidente que soplan vientos de cambio en la danza gallega y estos afectan tanto a la estructura de la nueva entidad pública como a los aspectos puramente estéticos.

La realización de acciones de promoción en lugares tan poco habituales como la lonja de pescado de A Coruña o la estación de tren de Santiago revelan que la danza puede iniciar un nuevo camino en Galicia para salir de los reducidos círculos en los que se encuentra confinada. La dirección del Centro Coreográfico Galego apuesta por realizar este tipo de actuaciones para conseguir el objetivo de atraer a un nuevo público a la danza. Habrá que esperar algún tiempo para avanzar en este propósito porque el público que llenaba las butacas del Salón Teatro eran mayoritariamente jóvenes que, seguramente, no era la primera vez que acudían a un montaje de estas características.

La obra consigue con creces hacer de la danza un espectáculo digerible para todos

Los asistentes esperaban con expectación el contenido de la obra, cuya coreografía ha sido realizada por la joven orensana Maruxa Salas. La gran mayoría salió satisfecha como revela el largo aplauso con el que fueron despedidos los bailarines. El gran mérito de Vacuo es que consigue con creces el objetivo de hacer de la danza un espectáculo digerible para todos los públicos. No es necesario ser un gran amante del género para disfrutar con una obra que combina con acierto distintos estilos de baile y los envuelve con música, vídeo y una acertada selección de luces y vestuario.

El montaje se divide en distintas escenas que tienen como hilo conductor una historia que identifica la pérdida de color que sufre la naturaleza en nuestros días con la vida apresurada y carente de valores que llevan la mayoría de las personas en sus vidas cotidianas. A lo largo de los 60 minutos de duración del espectáculo hay momentos para transmitir al público el ritmo desenfrenado que supone la vida en la ciudad y, al mismo tiempo, trasladarnos a un mundo interior que pugna por sobrevivir entre tantas prisas.

Los 15 bailarines que forman la compañía creada para construir Vacuo demuestran su versatilidad para combinar distintos estilos de danza, que van desde la contemporánea al folclor. El mérito de la coreografía es que a pesar de esta mezcla el montaje conserva una cierta unidad y el público se siente interesado en todo momento por lo que está sucediendo sobre el escenario. La música de Berrogüetto sirve de complemento perfecto a los movimientos de los bailarines en escena.

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El nuevo camino iniciado por la danza gallega parece más que prometedor. Ahora se trata de responder a las expectativas y seguir apostando por el objetivo de romper la imagen de la danza como una disciplina a la que solo puede tener acceso una elite privilegiada.

Para los que deseen comprobar con sus propios ojos si la apuesta merece la pena, el Salón Teatro acoge hoy y mañana nuevas representaciones de Vacuo. Posteriormente, el montaje iniciará una gira por toda Galicia que le llevará el próximo día 20 al Centro Cultural Caixanova de Vigo y, a lo largo de los meses de febrero y marzo, a localidades como Narón, O Barco, Tui, Ribadeo, Cangas y Ourense.

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