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Arenys de Mar aprueba una ampliación del puerto que incluye un hotel, aparcamientos y comercios

El Ayuntamiento de Arenys de Mar (Maresme) ha aprobado por unanimidad la ampliación del puerto, lo cual representará la construcción de 150 amarres -que se sumarán a los 600 ya existentes-, un hotel, dos aparcamientos subterráneos, comercios y cuatro marinas secas que acogerán hasta 788 barcos. Además, se mejorarán los accesos y se eliminarán las barreras para que el recinto quede integrado en la localidad, puesto que actualmente complejo y población se hallan separados por la vía del tren y la N-II. Las obras, presupuestadas en 47 millones de euros que aportará la Generalitat, durarán 20 años.

La ampliación afectará especialmente a los dos extremos del puerto. Por un lado al sur, donde el actual aparcamiento se soterrará para que la superficie liberada se destine a otros usos, entre ellos el ferial. Y por otro al norte, al conocido como Portinyol, donde se trasladarán las atarazanas y donde se construirá el hotel, un segundo aparcamiento subterráneo, restaurantes y tiendas.

El Ayuntamiento pretende conseguir con esta ampliación cinco objetivos: "Ordenar los usos del puerto mediante una regulación de las zonas pesquera, deportiva, industrial y lúdica para dar respuesta a las demandas de más y mejores servicios, puesto que desde hace años hay lista de espera para conseguir un amarre". "Integrar al máximo el puerto y la localidad mejorando la accesibilidad y la movilidad tanto para personas como para vehículos, además de resolver los problemas de aparcamiento". "Asegurar la continuidad del paseo marítimo de Poniente a Levante". "Mejorar la movilidad, potenciar el transporte público" y, por último, "desarrollar la actividad turística en paralelo al resto de actividades".

El alcalde de la localidad, Miquel Rubirola, sostiene que el proyecto pretende "dar un mejor servicio a los ciudadanos y, sobre todo, modernizar y adaptar el puerto a los nuevos tiempos", ya que es uno de los "principales centros económicos" de la población cuya reforma resultaba necesaria. "Las instalaciones datan de 1956 y han quedado obsoletas". Los comerciantes ven el proyecto esperanzados, "pues seguramente reactivará la economía, proporcionará puestos de trabajo y traerá gente al pueblo". Entre los pescadores, sin embargo, hay diversidad de opiniones, aunque la cofradía que los representa dio el visto bueno. Algunos consideran que la ampliación repercutirá positivamente en su tarea y contribuirá "a dar más vida a Arenys". Pero otros se declaran molestos: "Nos quieren trasladar al otro muelle, donde si hay mala mar los barcos se hacen pedazos. No nos molesta que amplíen el puerto, al contrario, pero que no nos muevan de aquí".

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