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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Jacques Crozemarie, ex presidente de la asociación contra el cáncer en francia

Se vio envuelto en un escándalo de malversación de fondos de la ARC

Durante muchos años Jacques Crozemarie era para todos los franceses ese médico que, desde la pantalla de televisión, les pedía dinero para financiar la lucha contra el cáncer y les conminaba a asociarse al ARC (Association pour la Recherche sur le Cancer). Tres millones y medio de ciudadanos obedecieron a la sugestión de Crozemarie, que no era médico a pesar de la bata blanca -en realidad había hecho estudios de ingeniero en radioelectricidad- y que no luchaba contra el cáncer sino que vivía de él. Hasta el pasado 24 de diciembre, cuando la muerte le alcanzó a los 81 años.

Desde 1962, cuando puso en pie el embrión del ARC, Crozemarie pareció haber comprendido que la caridad médica podía ser un negocio rentable. Lo primero era asegurarse un carné de relaciones y saber quiénes eran donantes habituales en materia de investigación científica. Crozemarie, tras su paso por el CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique) conocía mucha gente y las maneras y prejuicios del mundo de los investigadores. Luego se hizo con los nombres y las direcciones de quienes aportaban su solidaridad económica a la oficial Ligue Nationale Contre le Cancer.

Y si la gente de la Ligue no gastaban en publicidad, el ARC no dudó ni un momento en servirse de la radio, la televisión y la prensa. Crozemarie prometía dinero a los médicos más célebres, se fotografiaba con ellos y se vanagloriaba de recaudaciones millonarias de su asociación: 551 millones de francos en 1993 (83,5 millones de euros de hoy).

No fue hasta 1991 que el ministerio supo que el 72% de los montantes recaudados por el ARC no iban a la investigación sino al propio funcionamiento de la asociación. Y quien dice "funcionamiento" dice viajes en Concorde del fundador o mansiones en la Costa Azul para Crozemarie.

El escándalo fue enorme aunque tardó en hacerse público porque Crozemarie tenía amigos bien colocados. Resistió en el cargo hasta 1996. En junio del 2000, por fin, la justicia le condenó a 4 años de cárcel por haber desviado de sus fines unos 45 millones de euros.

Desde octubre del 2002, cuando salió de entre rejas, Crozemarie vivía en una residencia de jubilados ricos. Decía "no comprender porqué" le habían condenado. En cualquier caso ninguno de los políticos o científicos que en la época de gloria del ARC respaldaban a Crozemarie, quiso hacerlo durante el proceso. Hay amistades que se dirían interesadas.

Jacques Crozemarie.
Jacques Crozemarie.EPA

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