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Seis décadas para dos vidas

Edhasa celebra su 60º aniversario con una nueva colección de clásicos

¿Qué comparten Akhenatón, la princesa de Éboli, el filósofo Bertrand Russell o los androides de Blade Runner? En principio, poco, pero todos ellos conviven en un mismo catálogo que anda ahora metido en celebraciones. La editorial Edhasa conmemora este mes su 60º aniversario con dos vidas a las espaldas, porque en su ya larga historia destacan un par de efemérides separadas por tres décadas. Primera parada: 1946. A un paso de la Navidad, se constituye en una notaría de Barcelona una sociedad editorial con nombre de escaso atractivo: Editora y Distribuidora Hispano Americana, Sociedad Anónima. Para abreviar, se utilizarán en adelante unas siglas (Edhasa) que tampoco suponen un hito de sofisticación. El artífice del sello es Antoni López Llausàs, integrante de la diáspora republicana afincada en Argentina. El editor abandonó brevemente su exilio y regresó a España en 1945, tiempo que aprovechó para encauzar los preparativos de Edhasa.

Con el cobijo seguro de Buenos Aires, el sello distribuyó aquí bajo cuerda decenas de títulos censurados por el franquismo. López Llausàs se conocía bien su futuro virreinato gracias al empujón que le dio Victoria Ocampo al nombrarlo gerente de la editorial Suramericana. Aunque no pudo publicar originales de su admirado Borges, el éxito no tardaría en llegar. En 1959 -también por el buen olfato de su amigo Francisco Porrúa-, el editor tenía atados en el catálogo a varios premios Nobel de Literatura (Mann, Steinbeck, Mauriac, Faulkner, Hesse, Hemingway...) y los manuscritos de los noveles se acumulaban en su mesa. El actual responsable del sello, Daniel Fernández, dice sentirse heredero de aquel compromiso de López Llausàs con la calidad literaria.

Segunda parada: 1976. Edhasa fue pionera en la publicación de libros de bolsillo y de colecciones de géneros populares, como la literatura fantástica, pero aquel año renace con una nueva colección de novela histórica; tan detestada por eruditos, pero filón de lectores. La recién llegada se convierte pronto en emblema de la casa. Lawrence Durrell, Lindsey Davis, Robert Graves o Patrick O'Brian son firmas habituales en su catálogo, que siempre ha estado bien surtido de clásicos contemporáneos, desde Cortázar a Asimov. Su mayor éxito editorial es Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, que lleva vendidos un millón de ejemplares. En segunda posición se sitúan las aventuras de un héroe patrio: El Cid, de José Luis Corral (150.000 ejemplares). Son sólo dos de los 3.000 títulos publicados por Edhasa, medio millar de los cuales siguen muy vivos en las librerías.

Rogeli Roca (a la izquierda) y Daniel Fernández, director general y editor de Edhasa, en Barcelona.
Rogeli Roca (a la izquierda) y Daniel Fernández, director general y editor de Edhasa, en Barcelona.GIANLUCA BATTISTA

A 10 euros

La mejor forma que tiene una editorial de celebrar sus bodas de diamante (60 años de matrimonio entre el sello y sus lectores) es con una nueva colección. La de Edhasa se presentó ayer en Barcelona en una conocida joyería del centro de la ciudad. Se llama, claro, Colección Diamante y reúne 60 títulos emblemáticos publicados por la editorial en sus seis décadas de historia. Los libros, de tapa dura, se venden a 10 euros. Los primeros lanzamientos abarcan clásicos contemporáneos como La montaña mágica y La muerte en Venecia, de Thomas Mann; La peste, de Albert Camus; La perla, de John Steinbeck; Mentira, de Enrique de Hériz, y un delicioso volumen de aforismos de G. C. Lichtenberg.

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