_
_
_
_
_
Reportaje:Fútbol | 16ª jornada de Liga

Osasuna encuentra su rodillo

Ziganda, que ha puesto fin a las rotaciones, logra seis victorias consecutivas con 19 goles a favor

El pasado 26 de noviembre Osasuna era un desastre. Sin rumbo y sumido en puestos de descenso, Ziganda, su entrenador, se veía acorralado por los resultados. Sólo la confianza del paciente Patxi Izco, su presidente, mantuvo al técnico en su puesto, pese a las críticas que pedían su cabeza. Menos de un mes después, Ziganda es una especie de triunfador, al que comparan con su antecesor, Javier Aguirre, y que, como el mexicano, no se deja desbordar por las circunstancias. Si hoy vence al Levante, el conjunto navarro habrá obtenido su mejor racha histórica en Primera, con cinco victorias consecutivas. Además, lo conseguirá mostrando un juego a ratos avasallador y otros, efectivo. Incluso a la hora de encarar la portería contraria el conjunto rojillo se ha consagrado como una revelación dentro del campeonato.

Sólo en las últimas cuatro jornadas de Liga, Osasuna ha marcado 13 goles. En las 11 fechas anteriores, sólo seis. También en Copa de la UEFA ha logrado dos victorias contra el Odense (3-1) y el Parma (0-3). Todo desde el 26 de noviembre. "Llevamos una buena racha de resultados, pero no es muy normal que hagamos tantos goles", resumió Cuco Ziganda, extrañado aún de la capacidad ofensiva de sus futbolistas, especialmente de los que se incorporan desde medio campo como Valdo, Juanfran, Puñal o David López, que suman casi tantos goles como Soldado, Milosevic y Webó. Un auténtico rodillo que machaca las defensas. "Si no somos capaces de ganar al Levante, seguro que lo achacamos a la euforia. Creo que va a ser un partido feo y muy táctico. Ojalá me equivoque, pero no creo y, por tanto, vamos a estar preparados", alegó ayer el técnico tras el entrenamiento.

Pese a la prudencia exigida, las cifras y el pulso del equipo apuntan a todo lo contrario. Para obtener estos resultados espectaculares, que han situado al conjunto en mitad de la tabla, el entrenador navarro ha finiquitado casi definitivamente las rotaciones. Sólo las lesiones y las bajas, como las sufridas contra el Villarreal, han permitido abrir el once titular a otros futbolistas. La pugna por un puesto es tan dura que en el campo levantino los no habituales se exhibieron arrollando al conjunto de Pellegrini. Como el delantero camerunés Webó, tras casi dos meses desterrado de las alineaciones, que se reencontró con el gol y la alegría. "Teníamos mucha hambre de jugar. El equipo está en una dinámica muy buena y todos queremos participar", explicó el delantero.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_