Los hechos paso a paso: ¿verde y con asas?
La secuencia de los hechos es sugerente. El juez instructor del caso Andratx firma el miércoles 22 de noviembre el auto en el que ordena registros y detenciones. La operación, bajo el secreto, debía empezar el 4 de diciembre. El principal imputado era el alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, ex guardia civil.
Buen olfato mediante, Hidalgo llama el mismo día al presidente Jaume Matas. Colaboradores de Matas dijeron a este periódico que Hidalgo "le transmitió su preocupación porque tenía la sensación de que le estaban siguiendo y manifestó sentirse acosado". Al parecer, quien atendió a Hidalgo por petición de Matas fue el consejero de Interior y presidente del PP de Baleares, José María Rodríguez.
El viernes 24, en un acto de inauguración de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Islas Baleares (TSJIB), en Palma, coincidieron entre otras autoridades de Mallorca el delegado del Gobierno, Ramón Socías; la vicepresidenta, Rosa Estarás, el presidente del TSJIB, Antonio Terrasa, y el fiscal de Baleares, Bartolomeu Barceló. Entre los visitantes estaban el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y el secretario de Estado de Justicia, Luis López Guerra.
Fuentes consultadas aseguran que Matas manifestó en privado su interés por conocer si estaba en marcha una actuación judicial. Y pudo saber que sí. Los colaboradores de Matas lo han negado a este periódico.
Al día siguiente, sábado 25, Rodríguez e Hidalgo volvieron a reunirse. Más tarde ambos mantuvieron un encuentro con Matas. Según la versión de Matas, Hidalgo volvió a manifestar su preocupación por las inminentes actuaciones, sin conocer el alcance de la operación judicial.
La Guardia Civil que seguía a Hidalgo pudo filmarle el domingo 26 en el Ayuntamiento de Andratx llevándose cajas de documentos. Ya a esas alturas, al seguir las conversaciones de los teléfonos interceptados, la actuación judicial se anticipa una semana para el mismo lunes 27 de noviembre.
Sobre las ocho de la mañana del día D, 27 de noviembre, Rodríguez confirmaba a Hidalgo todas las sospechas sobre su inminente detención y le recordaba, según las fuentes consultadas, que ya sabía lo que tenía que hacer.
A todos estos elementos hay que añadir la actuación del abogado Rafael Perera, que defiende a Hidalgo, quien ha desmentido haberse reunido con Matas. Perera podría haber trasladado a Matas detalles de lo que había declarado Hidalgo al juez bajo secreto sumarial. Como, por ejemplo, que Hidalgo había admitido haberse reunido el sábado 25 con Rodríguez y Matas.
