Una Navidad sin función
Polémica por la supresión de un festival de villancicos en un colegio de Zaragoza
El colegio público Hilarión Gimeno, de Zaragoza, niega que el centro haya suprimido las celebraciones navideñas este año apelando a principios de laicidad. La noticia ha causado tal revuelo que la dirección se ha visto obligada a aclarar que sólo han suprimido el festival de villancicos, por cuestiones organizativas y de espacio. Este año hay 45 nuevos alumnos. Además, la planificación del curso la ha aprobado el consejo escolar, organismo soberano y garante de la autonomía del centro, en el que están representados padres, profesores y alumnos. Eliminar el festival de villancicos estaba incluido en esa programación que cada año se elabora a principios de curso.
"Somos educadores y sólo pretendemos que nuestra programación beneficie al máximo el rendimiento y el desarrollo personal de nuestros alumnos. Consideramos que nuestro ámbito de actuación debe ser respetado. La programación general anual fue aprobada en sesión de consejo escolar por mayoría, por lo que nos parece paradójica la actuación que se ha seguido con respecto a este tema", dicen los maestros en un comunicado.
"Somos educadores, nuestro ámbito debe ser respetado", dicen los maestros
La noticia, que ellos entienden que se ha sacado de quicio, ha llevado al PP a pedir la comparecencia de la consejera de Educación en el pleno de las Cortes de Aragón. Y no ha faltado la versión de los obispos. El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, afirmaba ayer: "Hay posturas que resultan forzadas, artificiales y hasta ridículas"
La consejera, Eva Almunia -que es además secretaria de Educación en la Ejecutiva Federal del PSOE-, declaró ayer que lo único importante es que la historia no se traduzca en un enfrentamiento entre la comunidad escolar y negó que "los profesores hayan hecho mención a la laicidad para suprimir el festival". Almunia dijo que "el centro deja claro que la Navidad se celebra y se decoran las aulas. No sé si no estamos conformando un mal clima en ese colegio". Laicidad o no, la actuación del centro, estrictamente legal, cuenta con el respaldo de la Administración educativa.
Todo comenzó cuando un grupo de padres, que han llegado a dos tercios, del Hilarión Gimeno denunció que este año se suprimían las fiestas navideñas por decisión del consejo escolar. El Justicia de Aragón [defensor del pueblo], Fernando García Vicente, declaró que "a nadie se le puede obligar a celebrar la Navidad, pero tampoco se puede prohibir su celebración a quien desee hacerlo"; y añadió que "hay que respetar a las minorías pero estas no pueden imponer su criterio".
El centro, un colegio bilingüe, ha comunicado que ya ha iniciado la decoración navideña de las aulas y los pasillos.
"Es incierto", dicen también los profesores, "que el claustro decidiese que no era adecuado que los padres realizaran una fiesta sustitutiva [al festival], sino que fue la propia asamblea de padres", aclaran. Y esperan que "este asunto no cierre la posibilidad al diálogo, respetuoso, que debe existir entre padres y profesores".
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