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Entrevista:JOSÉ ELORRIETA | Secretario general de ELA

"La unidad sindical no hay que predicarla sólo donde uno es minoritario"

José Elorrieta (Loiu, 1950) defiende con vehemencia su estrategia sindical de "pelea" frente a una patronal que ve "envalentonada". Sostiene que esta opción da resultados y deja caer con satisfacción el dato de que su sindicato alcanzará este año los 108.000 afiliados.

Pregunta. ¿ELA ha creído alguna vez en órganos como el Consejo de Relaciones Laborales (CRL), Consejo Económico y Social (CES) o Hobetuz (fundación para la formación continua)?

Respuesta. No sólo ha creído en ellos, sino que, en el caso concreto del CRL, fue impulsor directo en los años ochenta, cuando había una situación política muy distinta a la actual. P. ¿Tan mal ha funcionado este organismo como para que ahora hayan decidido salir de él?

"¿Qué sentido tiene un órgano como el CRL cuando no se llega a acuerdos con contenido y se modifican las reglas del juego de la negociación?"
"Que un Gobierno de corte nacionalista monte la ficción del tema del empleo cuando no tienen competencias es un doble error"
"La gente nos necesita frente a una patronal crecida. Hay mucho trabajo sindical con los trabajadores que ingresan menos de mil euros al mes"
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R. Ha ido mal porque el fin de un órgano de esta naturaleza era posibilitar acuerdos. En una situación de crecimiento económico permanente desde 1994, la patronal ha lanzado el mensaje de que no va a ceder ni un milímetro en temas sustanciales.Y no conforme con negarse a entrar a negociar contenidos, ha cambiado las reglas del juego y se dedica a firmar acuerdos en minoría. ¿Qué sentido tiene un órgano cuando no se llega acuerdos y se modifican las reglas del juego de la negociación?

P. ¿Y porqué le resulta a ELA tan difícil llegar a acuerdos con otros sindicatos?

R. Tiene que ver con la negociación colectiva. ELA no tiene mayoría en todos los sectores y empresas y podría haber margen para la colaboración. Pero siempre que se respete el principio que establece que los acuerdos de eficacia general son los que se firman con la mayoría. Además, hay un problema de contenidos que impiden formar acuerdos con mayorías distintas a las de ELA.

P. ¿El diagnóstico tan duro que hace de la posición patronal no debería llevar a la unidad sindical?

R. Sí. Pero UGT y CC OO firman acuerdos de negociación colectiva en el ámbito del Estado haciendo uso de su mayoría. Lo que no se puede entender es que luego los trasladen automáticamente a un ámbito en el que son minoría.La unidad sindical no sólo hay que predicarla donde uno es minoritario, también donde es mayoritario. En el Estado no hay unidad sindical, hay una posición excluyente de CC OO y UGT.

P. ¿No les invitan a participar en los acuerdos marco?

R. No. Pero tampoco es un problema de invitar o no. Nosotros tenemos todo el derecho del mundo a no compartir el modelo estatal y a desarrollar otro. Estaríamos de acuerdo con llegar a un acuerdo de procedimiento con UGT y CC OO en la negociación colectiva mañana mismo, si se respeta el juego de mayorías.

P. ¿Eso implicaría que no se aplicara en Euskadi al acuerdo marco firmado con la CEOE?

R. Eso implicaría que la negociación colectiva se rija por el respeto a la mayoría, que es lo que marca el Estatuto de los Trabajadores. Significa crear un modus operandi sindical que quita iniciativa a la patronal. Sería suficiente con eso y generaría dinámicas más positivas. Estaríamos obligados a buscar acuerdos de mayoría y a hacer concesiones razonables.

P. Se critica la fortaleza empresarial, pero a la hora de la verdad da la impresión de que los sindicatos, antes que de velar por los intereses generales de los trabajadors, se preocupan por afianzar sus cuotas de poder.

R. Rotundamente, no. Para dejar de hablar de forma abstracta y garantizar niveles de unidad sindical hay que objetivar los elementos básicos: respeto de los acuerdos de eficacia general y renuncia a la práctica de acuerdos de eficacia limitada, para que la patronal no tenga ese margen de maniobra en la negociación colectiva.

P. Hace un año decía que había una unidad de acción tácita entre CC OO y LAB. ¿Sigue siendo así?

R. Hace un año, sí. Ahora no.En campos como Hobetuz, ELA y LAB trabajamos conjuntamente. En el debate institucional ELA no está solo. En Hobetuz están solos la patronal y UGT y CC OO, porque ELA y LAB están de acuerdo con la propuesta del Gobierno para la convocatoria de este año. Cuando uno quiere que vaya adelante una propuesta, puede votar a favor o abstenerse, como hicimos nosotros, y para oponerse vota en contra. ELA y LAB están de acuerdo. Quienes no están de acuerdo son la patronal, y UGT y CC OO, aunque creo que se abstuvieron.

P. ¿Entonces la posición de estas centrales es similar a la de ELA?

R. En este caso sí, desde un punto de vista técnico.

P. ¿No es excesivo romper con el presidente del CRL por el nombramiento de un arbitro para el conflicto de Caballito?

R. Nos limitamos a trasladar en privado al presidente [Martín Auzmendi] nuestra valoración sobre su actuación en Caballito. Le dijimos en privado que había perdido nuestra confianza política, pero que ELA iba a mantener el normal funcionamiento del CRL. No quisimos confundir nuestra posición sobre el presidente, discutible pero legítima, con el funcionamiento del Consejo. No sabemos por qué el presidente lo hizo público.Me temo que se ha aprovechado el viaje para poder abrir un debate sobre el CRL. La escenificación posterior, desde luego, avala nuestra hipótesis. Otra cosa es nuestra salida del CRL.

P. ¿Quién ha querido aprovechar el viaje?

R. No sé.

P. ¿El presidente del CRL o el Gobierno vasco?

R. No lo sé, porque se arreglan muy bien. El presidente lo hace público y va al Parlamento, que monta una ponencia donde parece que todos están de acuerdo. Parece que ya hay una iniciativa del tripartito para cambiar el sistema de adopción de acuerdos en el CRL o el CES, precedida de una declaración de Azkarraga.

P. Se queja de la actuación del consejero de Empleo, cuando la crítica que le hacen otros sindicatos es la de que Joseba Azkarraga es de ELA.

R. Evidentemente, no es verdad. Nunca he desvelado la afiliación de nadie. Pero que Azkarraga no tiene en cuenta las posiciones sindicales de ELA en su gestión es muy evidente. No sólo no hace lo que dice ELA, nadie podía pretenderlo, sino que hace lo contrario.

P. ¿Qué opinión le merece la petición de CC OO y UGT al Gobierno para que impulse una mesa de diálogo social?

R. El marco de diálogo social, si hablamos de materias de la negociación colectiva es, el CRL, y el juego de mayorías es la regla. Si ese diálogo se plantea para temas como salud laboral, formación continua o empleo, creemos que lo primero es tener competencias en esa materia. Que un Gobierno de corte nacionalista monte la ficción del tema del empleo cuando no tiene competencias es un doble error. Los sindicatos mayoritarios no pedimos ese tipo de diálogo social. En eso también coincidimos con LAB.

P. ¿Qué opina entonces de que el Gobierno monte un servicio paralelo al Inem, como Lanbide, tras no aceptar el traspaso de las políticas activas de empleo tal como las ofrece el Gobierno central?

R. Me parece un error político; y desde el punto de vista de la gestión, perder el tiempo. Si no tienes las competencias, reclámalas con fimeza y dedícate a gestionar las que tienes.

P. Se muestra bastante crítico.

R. No, muy crítico. Otra posibilidad sería crear ámbitos paralelos que tengan contenido y supongan un cierto nivel de confrontación política con el Estado, pero no es el caso.

P. ¿Considera que su modelo sindical fracasó en el caso de la huelga de Caballito?

R. Hicimos lo que teníamos que hacer y bien hecho está. Los resultados ya se irán viendo, en Caballito y en otras empresas.

P. ¿Significa eso que ELA elige selectivamente determinados conflictos en empresas y sectores para llevar la confrontación hasta el extremo y utilizarlos como advertencia para intimidar a la patronal y, de paso, ganar terreno sindical?

R. Quiere decir que las cosas tienen distintas lecturas y en plazos distintos.Lo cierto es que la gente nos necesita frente a una patronal crecida y tenemos que estar con ellos. Hay un gran campo de trabajo sindical con los trabajadores que ingresan menos de mil euros. Se pueden hacer cosas y merece la pena intentarlo.

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