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Escalada militar en Oriente Próximo

EE UU impide en la ONU la condena del ataque de Israel

El Consejo de Seguridad se limitó ayer a expresar su "consternación y perplejidad" por el bombardeo israelí contra una posición de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), que el martes costó la vida a cuatro observadores. El texto, que no tiene carácter vinculante, no condena el ataque, sino que sólo pide al Gobierno de Israel que realice una profunda investigación de lo sucedido y que presente los resultados lo antes posible.

China, junto a Rusia, presionó hasta el último minuto para intentar pactar un texto que incluyera una condena expresa del ataque, pero se topó con la oposición de EE UU, que quiso evitar esa dura crítica a la acción israelí. Pekín consideró "desafortunado" que Washington estuviera bloqueando su adopción por "consideraciones políticas". Aún así, su embajador ante la ONU, Wang Guangya, se declaró "aliviado" tras la aprobación unánime de la declaración. Uno de los observadores muertos era chino y los otros eran un austríaco, un finlandés y un canadiense.

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"Es cierto que se ha descafeinado el lenguaje, pero es lo mínimo a lo que se podía llegar", dijo Wang. Para China, la declaración va más allá que un simple gesto hacia las familias de las víctimas. "Se está haciendo justicia con todas las personas que trabajan para la organización", remachó. En este sentido, el texto pide a las partes en conflicto que "respeten plenamente sus obligaciones" de protección de las instalaciones y personal de la ONU.

Negociaciones futuras

Aun así, el diplomático dejó claro que el enfrentamiento vivido en el Consejo de Seguridad afectará a otras cuestiones en negociación. "Debemos respetarnos los unos a los otros", concluyó Wang. Entre tanto, el embajador israelí ante Naciones Unidas, Dan Gillerman, lamentó lo que calificó como un "trágico accidente" y dijo que la declaración adoptada por el Consejo de Seguridad es "justa y equilibrada". "Esto es una guerra y desafortunadamente, los errores de este tipo suceden", remachó.

Gillerman pide que no se saquen conclusiones del incidente hasta que concluya la investigación y dejó claro que su país "está comprometida con la protección del personal de la ONU". El embajador francés ante el organismo, Jean-Marc de La Sabliere, explicó "que los países miembros son conscientes de la responsabilidad que tienen hacia la seguridad y protección del personal de la ONU". En esta línea, añadió que este caso demuestra que la violencia debe cesar. Francia, que ejerce la presidencia de turno del Consejo de Seguridad, quiere que se trate la semana próxima una resolución exigiendo un alto el fuego.

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