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Reportaje:

Chispazos de creatividad

La galería pazYcomedias expone las piezas de cinco jóvenes talentos del EP3

"Se trata de coger la chispa de talento que hay en cada uno de ellos", afirma Simon Dent, encargado de la galería pazYcomedias, mientras observa la obra de uno de los cinco creadores que expone su trabajo en las paredes de este piso modernista convertido en sala de exposiciones. La exhibición EP3 Talentos muestra el trabajo de la media decena de pintores, ilustradores y fotógrafos españoles seleccionados para esta experiencia piloto. Se trata de jóvenes que apenas han empezado a abrirse camino en el mundo del arte pero que, en palabras de Dent, "tienen madera". El denominador común de Elvira Palazuelos, José Luis Carnes, Julio Arriaga, Bego Fuente y Sandra Vila está impreso en las páginas Talento del suplemento joven de EL PAÍS, el EP3, una pequeña vitrina que ha servido de empujón a algunas de las nuevas promesas de un arte naciente pero, sobre todo, a estos cinco artistas.

Feminidad, descaro, confusión, descontextualización, complicidad. Esto es lo que subyace debajo de la tela y el papel fotográfico de las 73 piezas expuestas, cuyos precios oscilan entre los 200 y los 4.000 euros. La muestra, que podrá ser visitada hasta el próximo 5 de agosto, comparte un único espacio organizado alrededor de cinco bloques, uno por autor.

Unas pequeñas y cuidadas fotografías eróticas de los años 20 abren la exposición. Elvira Palazuelos aplica acuarelas y cose delicadas palabras extraídas de poemas en francés encima de estas antiguas imágenes. "Comme d'outils d'alchimiste abandonnés" (como instrumentos de alquimista abandonados) puede leerse en una instantánea donde aparece una mujer de ojos insinuantes con los senos al descubierto. "Trata de la feminidad y del olvido y la memoria de las mujeres del pasado" asegura Dent. Una insinuación que se diluye en el descaro de las fotografías de Sandra Vila. Esta joven, se autorretrata entre faldas ligeras de inocente colegiala y labios carmín. Barbies, tijeras, y transparencias aparecen en las imágenes reflejando la búsqueda desesperada de la identidad sexual. Del carmín, al blanco y negro de unas fotografías cotidianas del Madrid actual. José Luis Carnes retrata personas, pero sobre todo plasma la complicidad que consigue establecer con los protagonistas de sus imágenes, un trabajo contrapuesto al de la serie La casa desnuda, de Bego Fuente. Aquí, la soledad se cuela por las ventanas de las diversas imágenes de residencias desvencijadas, inertes, vacías, y en perpetua mudanza. La pintura de Julio Arriaga, que se mueve entre el cómic y "lo expresivo", según afirma el galerista, cierra la muestra. Su serie de pies gigantes, recortados bajo rojos intensos y blancos luminosos no queda lejos de la angustia que suscitan las formas torturadas de Francis Bacon.

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