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El Pentágono envía otros 1.500 soldados de refuerzo a la provincia más violenta de Irak

Una nueva jornada de atentados y coches bomba deja más de 50 muertos en Bagdad

La necesidad política de que los 130.000 militares de EE UU vayan volviendo choca con la realidad sobre el terreno en Irak. En vez de llevarse soldados, ayer se anunció el envío de otros 1.500 estacionados en Kuwait a la provincia de Anbar, fronteriza con Siria y Jordania, y donde la insurgencia es muy activa. El objetivo es ayudar a las autoridades de la provincia de mayoría suní. Aunque se anuncia que el despliegue tendrá una duración breve, no se especifica el plazo. Hace tres meses, un batallón de esta brigada protegió Bagdad durante la formación del nuevo Gobierno.

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Ahora, y según las declaraciones a la prensa en Bagdad de la teniente coronel Michelle Martin-Hing, la portavoz de la Fuerza Multinacional, "la situación en la provincia de Anbar supone un reto, pero no es representativa de la situación general de la seguridad en Irak". El general George W. Casey, jefe militar de Estados Unidos en Irak, solicitó al Pentágono el desplazamiento de los dos batallones tras haber coordinado la decisión con los responsables iraquíes.

En EE UU, el anuncio del refuerzo choca con la presión creciente a favor del regreso de las tropas, acentuada por la proximidad de las elecciones legislativas de noviembre y, en las últimas horas, por otros dos factores: la conmemoración del Memorial Day, jornada dedicada al recuerdo de los caídos en todas las guerras, y el debate sobre la acción de los marines en Haditha, al oeste de Bagdad, en el que se investiga si una veintena de civiles desarmados fueron asesinados el 19 de noviembre por los soldados.

Aunque el general Pace, presidente de la junta de jefes de Estado Mayor, ha pedido prudencia hasta no conocer el resultado de las dos investigaciones abiertas por el Pentágono hace tres meses, varios congresistas han sido ya advertidos de la gravedad del asunto. Podría ser, dicen, peor que Abu Ghraib. Se espera que las investigaciones -una para determinar lo que pasó y otra para averiguar si se intentó ocultar lo ocurrido- se hagan públicas a mediados de junio. El portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, prometió que tras las investigaciones se dará a conocer a la opinión pública toda la verdad del caso. El Gobierno iraquí anunció ayer que también está investigando por su cuenta el hecho.

En Irak, el despliegue coincide con más violencia. Después de los 40 muertos del lunes, ayer hubo al menos 50 entre coches bomba y atentados; el último, anoche contra una panadería al este de la capital. Lo peor de ayer fue un coche bomba en un mercado de Huseiniya, 35 kilómetros al norte de Bagdad, en donde hubo 25 muertos. En Hilla, al sur, un vehículo con explosivos mató a 12 personas.

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En este escenario se mantiene la difícil negociación entre los partidos del Gobierno para cubrir dos carteras básicas, la de Interior y la de Defensa; la primera se espera que quede en manos de los chiíes y la segunda debería tener a un suní al frente. El nuevo primer ministro, Nuri al Maliki, dijo ayer a Reuters que "esta semana es decisiva", y que si no hay un acuerdo antes del domingo, cuando se celebra el próximo pleno del Parlamento, "someteré a votación a los candidatos que yo considere". Por lo pronto, y como señal de los numerosos problemas del nuevo Gobierno iraquí de unidad, Al Maliki volará hoy a Basora para tratar de resolver disputas internas de los chiíes y advertirles de que está dispuesto a usar la fuerza "contra las bandas que perjudican las exportaciones de petróleo".

Una de las víctimas de la oleada de atentados del lunes, la corresponsal de la cadena de televisión norteamericana CBS, Kimberly Dozier, fue evacuada ayer en situación aún muy grave al hospital militar de Ramstein, en Alemania, tras haber sido operada dos veces en Bagdad. El camarógrafo y el técnico de sonido de su equipo murieron, junto con un soldado estadounidense y un traductor iraquí, como consecuencia de la explosión de un artefacto al paso de un convoy militar en la capital iraquí.

Iraquíes liberados ayer de Abu Ghraib rezan tras abandonar la cárcel.
Iraquíes liberados ayer de Abu Ghraib rezan tras abandonar la cárcel.ASSOCIATED PRESS

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