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FÚTBOL | Cambio de dirigente

El dinero de la emigración toma el poder en el Celta

El empresario Carlos Mouriño, vinculado a Vicente Fox, presidirá el club vigués tras comprar las acciones de Horacio Gómez

Por apenas cuatro millones de euros, el Celta ha cambiado de dueño y presidente. Paladeaba la afición del club de Balaídos su regreso a las competiciones europeas cuando se sobresaltó con el relevo. En un abrir y cerrar de ojos, Horacio Gómez, el presidente del consejo de administración durante los últimos once años, vendía sus acciones a un discreto, pero millonario, consejero llamado Carlos Mouriño Atanes, un emigrante retornado de 63 años, propietario de un emporio económico en México, que se ha hecho con el club entre anuncios de un nuevo estilo y sin escatimar promesas de títulos.

Los rumores sobre el abandono de Gómez eran recurrentes; en especial, cuando el equipo descendió a la Segunda División, hace dos temporadas. Pero resistió, renegoció la deuda de la entidad y parecía asentado en la presidencia. Sin embargo, con el equipo clasificado para la Copa de la UEFA, ha sorprendido al traspasar la práctica totalidad del 40% del capital social que poseía a Mouriño, quien lo suma al 4% que ya estaba en su poder. El nuevo presidente respetará el contrato del entrenador, Fernando Vázquez, renovado pocos días antes del relevo, e intenta evitar que el secretario técnico, Félix Carnero, acepte una oferta del Espanyol. Elude hablar de grandes fichajes, pero adelanta ideas atrevidas -"el fútbol bonito ya no se lleva", ha declarado- y se atreve a establecer el objetivo en lograr "el triunfo que la afición tanto desea".

El hasta ahora consejero posee en México 38 firmas de diversas actividades

A Mouriño (Vigo, 1943) se le tenía por un consejero de perfil bajo, enemistado con el protagonismo y los actos oficiales. No ocurre lo mismo en México, adonde llegó para probar fortuna en 1984. Y la logró. Veinte años después, el nuevo dirigente del Celta es dueño de 38 empresas de las más variadas actividades, entre ellas una red de 27 estaciones de servicio del Grupo Energético del Sur (GES). En España, su nombre figura en el registro mercantil como presidente de cuatro compañías y administrador de otras once, en su mayoría relacionadas con el sector inmobiliario y el de la construcción.

Pero a Mouriño se le conoce en México tanto por los negocios como por la política. Fue responsable en Campeche, en el sureste mexicano, de la Asociación Amigos de Fox, que ayudó al actual presidente de la república, Vicente Fox, al que se le considera muy próximo, a infligir al PRI la histórica derrota electoral de 2000. Su hijo ha seguido sus pasos: es coordinador de la campaña del candidato del PAN a la presidencia, Felipe Calderón, y aspira a convertirse en alcalde de Campeche. Todo ello, tras una meteórica carrera política que le convirtió en diputado local, presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de los Diputados y viceministro de Electricidad.

Con la despedida de Gómez, el Celta deja atrás un periodo de once años con luces notables, como las seis participaciones consecutivas en torneos europeos, una de ellas en la Liga de Campeones. Era aquél un grupo de jugadores sobresalientes, como Mazinho, Revivo, Makelele, Karpin o Mostovoi, reunidos en torno a un proyecto común gracias a los esfuerzos de Gómez. Pero también abundaron las sombras, como la crisis de los avales -estuvo a punto de costarle al club un descenso de carácter administrativo a la Segunda División B-, su abandono de la dirección durante su paso por la política como concejal del PP en el Ayuntamiento de Vigo o la deuda, que llegó a superar los 50 millones de euros y que oficialmente se ha reducido a 23 millones.

Mouriño le ha sucedido con la clara intención de marcar distancias: con un nuevo lema publicitario -"Celta, 100% Vigo"-, con la promesa de profesionalizar el club y con "el deber de plantear nuevos objetivos". ¿El principal? "Aparcar la Liga y centrarse en la Copa de la UEFA y la Copa para la consecución de un título", entatiza.

Carlos Mouriño.
Carlos Mouriño.EFE

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