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Metges de Catalunya mantiene las huelgas de mañana y el jueves y anuncia más paros en mayo

El sindicato de facultativos y Salud se acusan mutuamente de bloquear las negociaciones

La conflictividad laboral en la sanidad pública catalana va para largo. El sindicato Metges de Catalunya anunció ayer que mantiene la convocatoria de dos días de huelga para mañana y el próximo jueves, y también anunció más paros para el 3 y el 4 de mayo. El motivo de las reivindicaciones sindicales sigue siendo el mismo que provocó los paros de finales de marzo: conseguir un convenio colectivo exclusivo para los facultativos o, como mínimo, un órgano vinculante sobre sus condiciones laborales, algo que el Departamento de Salud descarta tajantemente.

El gran perjudicado de los paros será el usuario, ya que durante cuatro días la sanidad pública catalana estará bajo servicios mínimos. Funcionará a medio gas, como si de un fin de semana se tratase. El único servicio que estará operativo al cien por cien será el de urgencias.

El Departamento de Salud ha cedido a los directores médicos de los hospitales y responsables de los centros de primaria la decisión sobre la desprogramación de consultas concertadas para los días de la huelga. Unos optarán por llamar a los pacientes para ofrecerles una nueva cita con el especialista, mientras que otros no lo harán. Serán los usuarios quienes deberán llamar al centro sanitario para saber si su médico secundará los paros anunciados.

Posturas inflexibles

La posibilidad de un acuerdo entre Metges de Catalunya y el Departamento de Salud que permitiría desbloquear los paros es difícil. Así lo indican las declaraciones que ayer hicieron ambas partes, que volvieron a acusarse de bloquear las negociaciones y encerrarse en posiciones maximalistas.

Los representantes del Departamento de Salud expresaron ayer su preocupación por "la radicalización" de la postura de Metges de Catalunya y también por las consecuencias que tendrá sobre el usuario y el sistema sanitario una nueva convocatoria de huelga. La sanidad pública catalana aún sufre las consecuencias de los tres días de huelga del pasado marzo. Fueron unos paros que obligaron a suspender 115.000 visitas y 1.800 operaciones en los hospitales y ambulatorios catalanes. Algunas de estas consultas y operaciones no se realizarán hasta el próximo mes de mayo.

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Metges de Catalunya también lamenta la actitud del Departamento de Salud. Así lo indicó ayer el secretario general del sindicato médico, Patricio Martínez: "Nos ha defraudado". El sindicato afirma que el pasado jueves la propia consejera, Marina Geli, le entregó un documento según el cual el futuro Consejo de la Profesión Médica tendría carácter vinculante y, por tanto, las decisiones que se tomaran en este órgano se incluirían directamente en los convenios colectivos de la red pública y concertada de hospitales y ambulatorios.

La última propuesta del Departamento de Salud, entregada a última hora de ayer al sindicato, incluye el carácter vinculante de este consejo, aunque únicamente en las decisiones "sobre política sanitaria y no sobre las condiciones laborales de los médicos", señaló ayer el director gerente del Instituto Catalán de la Salud, Raimon Belenes. Por su parte, el director del Servicio Catalán de la Salud, Carles Manté, agregó ayer que las cuestiones laborales "como el precio de la hora de las guardias, únicamente se debaten en las mesas de negociación colectiva". "Si no fuera así vulneraríamos el Estatuto de los Trabajadores".

Pese a las declaraciones de los responsables del Departamento de Salud, el sindicato médico insiste en reivindicar un convenio colectivo propio, algo que, indicó Martínez, posibilitaría acabar con las guardias maratonianas que realizan los facultativos o la explotación de los médicos residentes en formación (los MIR). "El conserje y el cocinero no pueden controlar la formación profesional y la carrera de un médico", indicó.

En esta línea, el presidente del sindicato profesional, Albert Tomàs, recordó que hay cuestiones laborales que únicamente repercuten en los facultativos. Éstas son, agregó Tomàs, la formación, las guardias, los incentivos profesionales, la carrera profesional, la jornada y la situación de los médicos MIR.

Martínez aseguró ayer que las patronales de los hospitales y ambulatorios concertados y los sindicatos de clase han presionado a Salud para impedir que prospere su reivindicación. Todo ello ilustra, dijo Martínez, que en la sanidad pública catalana "quien paga no manda", en clara alusión al departamento que dirige Geli.

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