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La colección BBVA recorre el arte español del siglo XX

Una exposición reúne en Madrid obras de 59 artistas contemporáneos

La colección del BBVA, formada por 3.000 obras desde el siglo XV al XX, completó ayer su exhibición pública con una selección de 59 obras, de otros tantos artistas, del arte español del siglo XX. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, visitó ayer el montaje en el palacio del Marqués de Salamanca, en Madrid, acompañada por el presidente de BBVA, Francisco González; el pintor Rafael Canogar y el historiador del arte Francisco Calvo Serraller, comisario de la muestra, que después viajará a Valencia, A Coruña y Sevilla.

Cuatro grandes lienzos de Pablo Palazuelo, Juan Navarro Baldeweg, Carlos Alcolea y Frederic Amat ocupan el vestíbulo del palacio del Marqués de Salamanca, en Madrid (paseo de Recoletos, 10). Forman parte de la exposición Arte español del siglo XX en la colección BBVA, con la que termina el ciclo de difusión de los principales fondos de esta colección, formada con las fusiones del patrimonio artístico de los bancos Exterior de España, Bilbao, Vizcaya y Argentaria, que en los años 2001 y 2003 presentó las muestras Del gótico a la ilustración y Del romanticismo a la modernidad, en distintas ciudades de España y del extranjero.

En el montaje actual se recogen los testimonios de los distintos movimientos artísticos del siglo XX, desde las vanguardias históricas a la actualidad. "La exposición permite conocer de forma muy completa y exacta la segunda mitad del siglo XX y más aproximada la primera mitad", declaró Francisco Calvo Serraller al presentar una muestra que tiene "poco secreto a partir de una colección notable de arte pero no exhaustiva". Destacó la significación cultural y social de la formación de una colección de arte por una entidad financiera, cuando antes y después de la transición democrática se limitaba a las entidades públicas. "Es una revolución que produce asombro, y es un indicador de cómo ha cambiado a bien la sociedad española. El patrimonio de un país no se hace sólo con el esfuerzo del Estado sino con la incorporación de la sociedad civil, empresas privadas, para que los artistas españoles puedan desarrollar su trabajo".

El arte español contemporáneo aparece en esta colección a través de 59 obras de otros tantos artistas, con un mayor énfasis en la segunda parte del siglo XX y acercándose a la actualidad. "En la parte de la vanguardia histórica hay ausencias y lo más interesante se encuentra a partir de la Guerra Civil, donde la colección no tiene fallos. Desde los años cuarenta es excelente y se puede seguir la historia movimiento por movimiento, desde la Escuela de Madrid, la conexión con la vanguardia y el exilio, donde figuran Benjamín Palencia y Agustín Redondela".

'Dora Maar', de Saura

La mayor parte de lo expuesto son pinturas, pero también figuran dibujos y esculturas, como las de Eva Lootz y Martín Chirino, que reciben al visitante con el fondo de una Dora Maar de 1983 de Antonio Saura, que es la imagen de carteles y portada del catálogo. Aunque se rompe el orden cronológico, el comisario señala el seguimiento por los años cincuenta, con el grupo El Paso, a través de piezas de Canogar, Chirino, Millares, Feito y Saura, junto con las aportaciones abstractas de Tàpies y Palazuelo, las esculturas de Chillida y Oteiza y los realismos de Antonio López, Carmen Laffón y Amalia Avia, además del informalismo de Lucio Muñoz. En las siguientes generaciones, con los sesenta del pop español, con obras de Valdés, Arroyo y Gordillo; los setenta del arte conceptual, con Nacho Criado y Miquel Navarro, y "la explosión de los ochenta", con Barceló, Sicilia, Broto y otros como Aquerreta, Mira, Charris, Basso y Soledad Sevilla. En los jardines se han colocado esculturas de Andreu Alfaro, Francisco Leiro y Miquel Navarro. En el montaje se establecen conexiones visuales, como el espacio de abstracciones de Broto, Ràfols Casamada, Guerrero, Teixidor, Quejido y Canogar, la colocación de una obra de Alfredo Alcaín frente a otra de Luis Gordillo, las dos caras de la pieza sobre papel de Joan Miró, la sala con la Mujer dormida, escultura de Antonio López, acompañada por telas de Arroyo, Franco, Valdés, Calvo y Sempere. Antonio López repite (la colección tiene también Los novios) con el cuadro Vista de Madrid, situado junto a otras obras de Laffón, Avia, Cossío, Díaz Caneja y Redondela.

<i>Río y pálpito</i> (1992), de Víctor Mira.
Río y pálpito (1992), de Víctor Mira.LUIS MAGÁN

González y Millares

La exposición presenta las dos últimas adquisiciones de la colección: una acuarela de Julio González, Mano y cabellos, de 1941, y una arpillera, Cuadro 2, de Manolo Millares, de 1963, compradas en galerías españolas. El BBVA, según anunció ayer Javier Ayuso, vuelve a comprar arte, sin especificar la cantidad anual, tras un parón de cerca de 10 años, con las fusiones de las colecciones del BBV y Argentaria. "Se compra desde este año de forma discreta, pero vamos a ir a más", afirmó. Las compras se centrarán en el arte español contemporáneo, para cubrir lagunas de artistas representativos, como ha ocurrido con las piezas de Julio González y Manolo Millares.

Las adquisiciones pasan por un comité asesor formado por Miguel Zugaza, director del Prado; Rosa María Malet, directora de la Fundación Miró de Barcelona, y Carmen Giménez, conservadora del siglo XX del Guggenheim. La intención de las exposiciones es itinerar por ciudades que no han conocido la colección.

Tras la estancia en Madrid, hasta el 4 de junio (entrada gratuita), el montaje se traslada al IVAM de Valencia (del 23 de junio al 27 de agosto), al Kiosco Alfonso, de A Coruña (noviembre-enero 2007) y al Convento de Santa Inés, de Sevilla (enero-marzo 2007).

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