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La UPV ofrece a 20 empresas un plan para eliminar emisiones nocivas mediante plantas

El proyecto se basa en utilizar especies vegetales que absorben el CO² de las industrias

La Universidad del País Vasco (UPV) ha ofrecido a 20 empresas un proyecto para reducir sus emisiones contaminantes mediante plantaciones vegetales, que absorben el CO². La Facultad de Farmacia y Ciencias trabaja desde hace seis años en sus laboratorios con media docena de especies y el pasado año ha empezado a experimentar en invernaderos. La aplicación de esta técnica no será posible, en el mejor de los casos, antes de un año. Las empresas han preguntado sobre la superficie de plantaciones que será necesaria para que funcione el proyecto.

La iniciativa se planteó en enero en unos encuentros organizados por la UPV para reducir la contaminación ambiental, encuadrados en los programas de colaboración de la Universidad con el ámbito empresarial. Se invitó a 20 empresas, las que emiten más gases de efecto invernadero, como las siderúrgicas, cementeras, del sector energético, químico o ingenierías. Entre ellas están las principales compañías de Euskadi como Petronor, Iberdrola, ACB, Sidenor o Tubacex. El simposio tuvo una gran aceptación debido a las exigencias del Protocolo de Kioto, el tratado internacional que limita las emisiones nocivas a la atmósfera y, en caso de superar los límites establecidos, obliga a pagar por dicho exceso. Ahora el precio por tonelada se cotiza en la Bolsa a cerca de 26 euros, según indica Iñaki Largo, el director de Relaciones con la Empresa de la Universidad vasca, que organizó los encuentros.

Una de las iniciativas más llamativas planteadas fue la utilización de los vegetales para reducir las emisiones.

Efecto invernadero

El proyecto se basa en la necesidad de las plantas de absorber dióxido de carbono (CO²) para poder crecer, por lo que su ubicación junto a empresas permitiría eliminar parte de las emisiones del principal causante del efecto invernadero. En ese sistema trabaja un equipo de siete personas de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la UPV desde 2001, dentro de su programa de estudio de los impactos del cambio climático en los vegetales. "Los niveles de CO² en las atmósfera son limitantes para la mayoría de las especies, que son capaces de captar más. En este aspecto, a los vegetales les beneficia el cambio climático", explica Maite Lacuesta, profesora que trabaja en el proyecto, subvencionado por la UPV y el Ministerio de Educación.

Las investigaciones han comprobado que la "eficiencia en la captación del dióxido de carbono" es diferente según las especies. "Nosotros empezamos con especies de la flora ibérica. Algunas son malas hierbas y otros cultivos, como el maíz y el sorgo. Luego hemos incluido otras especies de otros países". De los ocho tipos de vegetales con los que se inició el trabajo, los investigadores de la UPV se han quedado con media docena para trabajar en el laboratorio. En 2005 la experimentación ya pasó a los invernaderos.

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El proyecto se basa en crear una masa vegetal en las zonas próximas a las industrias que emiten estos gases. La captación de las emisiones podría ser directa o forzada, mediante una canalización que incluso podría desembocar en un invernadero, lo que posibilitaría también fertilizar las hortalizas.

En los encuentros de enero las empresas preguntaron sobre los costes de la iniciativa y la superficie de plantación necesaria para absorber emisiones. El equipo de la UPV no dispone aún de estos datos, que requieren un trabajo de campo. La aplicación de este sistema se traduciría en un convenio con las empresas, que no se espera antes de un año, según las previsiones más optimistas. "Este plazo es posible si las empresas se comprometen en el estudio y ofrecen sus terrenos. Si no, es necesario más tiempo".

Los investigadores han planteado también esta iniciativa a la Administración vasca, que participó en los encuentros de enero a través del Ente Vasco de la Energía y el Departamento de Medio Ambiente. Su aplicación sería en parques y jardines de entornos urbanos, pero el Gobierno no ha mostrado interés en su puesta en práctica.

Otras fórmulas

Las reuniones organizadas por la UPV con el mundo empresarial han servido para presentar otros sistemas para reducir la contaminación ambiental. Entre ellos está también la emisión de gases de efecto invernadero en la agricultura a través de N²O, "que emite 150 veces más que el CO² y hay que tenerlo en cuenta a medio plazo", señala Iñaki Largo. Se propone utilizar nuevos fertilizantes y otras tecnologías.

Otro método son las tecnologías limpias para minimizar la producción de residuos, que se pueden aplicar principalmente en la industria de galvanotecnia. El simposio también abordó la utilización del hidrógeno como nuevo combustible, con la presentación de una planta que lo fabricaría a partir del gas natural.

El encuentro de reducción de la contaminación es el tercero organizado por la UPV con el empresariado desde que estas iniciativas comenzaron en 2004. Los dos anteriores han girado en torno al sector agroalimentario y la innovación económica y social. "Se trata de conseguir una cercanía total con la empresa", expresa Iñaki Largo, quien apunta la participación de cerca de 60 empresas en estos tres encuentros.

La Universidad ha realizado más de 800 contratos de investigación por un valor de 10,3 millones de euros y ha suscrito otros 42 para la utilización de equipamientos por parte de las compañías, afirma el director de relaciones con la empresa de la UPV.

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