"Un alivio difícil de explicar"
Javier Elzo, investigador social y articulista, a punto de jubilarse como catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, sintió "un alivio difícil de explicar" cuando pudo leer con detalle el comunicado de ETA: el de saber que hoy podría salir a la calle sin tener que llamar previamente por teléfono a su escolta. Elzo es de los pocos nacionalistas que han tenido que soportar esa incómoda compañía y hace una lectura "positiva" del texto.
Pese a considerar que el calificativo de "permanente" no comporta un cierre irreversible de la violencia, prefiere poner el acento en otros aspectos. Por ejemplo, en la apelación a que el nuevo marco permita el "desarrollo de todas las opciones políticas". Esta frase supone, a su juicio, un "giro copernicano" respecto a la tregua de Lizarra, que imponía la ruptura de relaciones de los partidos abertzales con las fuerzas no nacionalistas. Por eso, aunque la experiencia y las decepciones de tantos años le recomiendan ser cauto, Javier Elzo cree que el proceso está "relativamente claro y encarrilado" a partir de este primer paso. Y piensa que el cierre del mismo consistirá en un documento negociado entre los partidos vascos, que "necesariamente tendrá que ser plural". "Esa va a ser ahora la madre del cordero", vaticina.