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El Museo Picasso presenta su última adquisición, un óleo de 1900 titulado 'Barraca de feria'

Maite Ocaña se despide del centro con una nueva presentación de la colección permanente

En el marco del programa Picasso 2006 BCN, con el que se celebra el centenario del regreso del artista a Barcelona en 1906, el Museo Picasso presenta La colección del museo. Una nueva mirada, un montaje de la colección permanente que por primera vez incluye un conjunto de 73 obras -11 pinturas y 62 dibujos- prestadas de forma excepcional por coleccionistas privados y otras instituciones (hasta finales de septiembre). Entre las obras que se exponen figura Barraca de feria, un óleo de 1900 adquirido por el museo por 950.000 euros.

"A partir de los años de formación de Picasso, eje de nuestro fondo, hemos introducido obras que permiten potenciar determinados periodos de la colección, especialmente el que va de los años de A Coruña hasta su contacto con la vanguardia y la época cubista", explicó ayer Maite Ocaña en la que ha fue su última rueda de prensa en el museo que ha dirigido durante 23 años y que pronto abandonará para asumir su nuevo cargo como directora del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).

Entre las 383 obras de la nueva presentación, se encuentra la última adquisición del museo, el óleo Barraca de feria. Esta obra, que formó parte de la primera exposición de Picasso en la sala Vollard de París, fue adquirida por el empresario alemán Johan Jung directamente al artista en 1911 y se quedó en poder de su familia hasta 1981, cuando fue vendida a un coleccionista japonés, de modo que hasta ahora se ha expuesto al público en contadas ocasiones. Barraca de feria, que se incorporará en otoño a la exposición Picasso y el circo, ilustra el primer contacto del joven artista con la vanguardia y el ambiente de la noche parisiense y remite a la célebre Le Moulin de la Galette, conservada en el Guggenheim de Nueva York.

Como es habitual, la colección sigue un discurso cronológico, que abarca desde 1894 hasta 1972, empezando con las obras de juventud realizadas en Málaga y A Coruña, entre las que destacan numerosos retratos que ponen de manifiesto el talento y la pericia del Picasso adolescente. Todo el recorrido se caracteriza por el diálogo entre las obras prestadas y las que pertenecen al museo. "Yo pinto mi autobiografía, solía decir Picasso", manifestó Ocaña, aludiendo a las figuras humanas que jalonan las sucesivas etapas, desde el Retrato de la tía Pepa, de 1896, que demuestra su temprano control de este género, pasando por Ciencia y caridad, de 1897, hasta la selección del periodo de Els Quatre Gats y su contacto con la vanguardia intelectual catalana, con los retratos de Josep Maria Folch i Torres, Joan Vidal, Ramon Raventós, Jaume Sabartés y muchos desconocidos, que le confirman como un excepcional cronista de la vida de la calle. "A propósito de estos retratos y en contraposición a los de personajes ilustres como Ramon Casas, Sabartés dijo: 'Estábamos todos los que no éramos nadie", recordó Ocaña.

"Esta nueva mirada pone el acento en el proceso creativo de Picasso, que abordaba el mismo tema con diversos matices, lo abandonaba y lo retomaba en sucesivas vueltas, que descubren su capacidad analítica", añadió Maite Ocaña, aludiendo al recorrido compositivo del artista, que se pone de manifiesto en una serie de dibujos de temática religiosa que culminan con el óleo Monaguillo dando aceite a una vieja, de 1896.

El conjunto más potente de obras prestadas, 35 dibujos en total, pertenece a la época cubista, la menos representada en el museo barcelonés. Aquí se muestran Autorretrato, de 1906, que sirvió de estudio para Autorretrato con paleta del Museo de Filadelfia y Cabeza de Fernande, cuya escultura se puede ver en la exhibición Picasso. La pasión del dibujo, abierta en el mismo centro hasta el 7 de mayo y que sirvió de inspiración a Roger de la Fresnay para una de sus esculturas más célebres, La italiana, que también se muestra en la exposición que el museo dedica a este artista, hasta el 5 de junio.

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"Me voy agradecida y contenta porque las tres exposiciones que se pueden visitar en este momento demuestran el resultado de la unión de los cinco palacios", señaló Ocaña, refiriéndose a las obras de ampliación, que costaron más de ocho millones de euros. El recorrido expositivo se concluye con la serie de Las meninas, que comprende 58 piezas y pertenece en su totalidad al museo, y se exhibe precedida por un vídeo que explicita la transformación con superposiciones gráficas entre la obra de Velázquez y la de Picasso.

Ferran Mascarell, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, anunció que varios candidatos se han presentado ya al concurso para cubrir la plaza de director del Museo Picasso. El nombre del elegido se dará a conocer a mediados de abril.

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