_
_
_
_
_
Los problemas de los inmigrantes

El ministro del Interior mauritano afirma que ya se han ahogado en Nuadibú más de 200 personas

Mohamed Ahmed Uld Mohamed Lemín, de 44 años, ministro del Interior de Mauritania, asegura que desde el pasado mes de enero se han ahogado en Nuadibú "más de 200 personas, sin contar los naufragios de los que no se tiene conocimiento". Por ello no duda en llamar a las embarcaciones con clandestinos que salen de sus costas "las barcas de la muerte". El ministro explica que en un mes las fuerzas de seguridad han frustrado "más de 600 tentativas de emigración hacia Canarias", y agrega que sólo el lunes pasado fueron apresados más de 200 clandestinos. La magnitud del fenómeno ha llevado a lanzar en Mauritania un plan especial contra el tráfico de personas. "Ahora estamos rastreando las ciudades para encontrar los lugares en los que se alojan o cambian dinero los inmigrantes clandestinos, ya que el objetivo es acabar con las redes de bandidos que garantizan la logística", explica.

Más información
El Gobierno aprueba un plan urgente ante la llegada masiva de 'sin papeles' a Canarias
"No podemos controlar nuestras fronteras, necesitamos ayuda"

Además de reforzar el control de fronteras, ya se ha decidido la construcción de centros de internamiento de extranjeros, donde serán reunidos antes de ser devueltos a sus países. "Los inmigrantes que capturamos crean un problema social y humano a las autoridades, porque deben alojarlos y alimentarlos", dice. Los primeros centros se levantarán en Nuadibú, en Zuerat [otra vía de acceso de los inmigrantes clandestinos, situada cerca de la frontera con el Sáhara Occidental], en Rosso [al sur del país, junto al río Senegal] y en Nuakchot.

Mohamed Ahmed Uld Mohamed Lemín afirma que la mayoría de los inmigrantes clandestinos "son senegaleses y malienses", pero también de Gambia, a los que hay que añadir otros procedentes de las islas de Cabo Verde, que "cuando tienen necesidad de combustible o de avituallamiento recalan en Mauritania".

La presión migratoria, admite, es muy fuerte pero aún no se atreve a calcular cuántas personas se han reunido en el país para intentar saltar a Canarias. "Mi opinión es que aún no alcanzamos el medio millón de personas. Pero, al ritmo que están llegando, en un futuro próximo habrá todos los que usted pueda imaginar", afirma el ministro. Éste añade que, hasta el momento, no ha sido detenido ningún ciudadano mauritano implicado en las redes de inmigración. "Pero es posible que haya alguno, porque ése es un mercado negro que proporciona muchos beneficios económicos. Tenemos informaciones sin confirmar sobre la llegada de algunos desde el Sáhara Occidental".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_