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Desarticulada en Valencia una red que traficaba con inmigrantes para explotarlos en el campo

La organización captaba a ciudadanos bolivianos con ofertas falsas de empleo

Un importante aumento de ciudadanos bolivianos sin papeles en plena campaña de recolección de la naranja en Valencia levantó las sospechas de la Policía, que ha culminado la investigación con la detención de 23 personas, una parte de las cuales supuestamente integraba una red de tráfico y explotación de inmigrantes. La red atraía a sus víctimas con ofertas de empleo falsas publicitadas en la televisión en Bolivia. Por no menos de 2.000 euros, la organización gestionaba el traslado a España de los inmigrantes como turistas, para luego obligarles a trabajar en el campo.

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El Cuerpo Nacional de Policía considera que esta red de tráfico de personas es la "más importante desarticulada hasta el momento" en la zona. La operación Frida condujo la semana pasada a la detención de 22 ciudadanos bolivianos y un español. La policía señala como máximos responsables a un hombre de 33 años y su esposa, de 36 años -bolivianos y de los que no se ha facilitado la identidad-, a los que imputa delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal, tráfico de mano de obra clandestina y explotación laboral. Además, imputa por cooperación al gerente de una empresa valenciana de servicios de cesión de trabajadores agrícolas y a otras cinco personas de participar en las actividades de la red. El resto de detenidos son inmigrantes bolivianos sin papeles.

Los agentes de la Unidad Contra Redes de Inmigración de Valencia, con apoyo de la comisaría de Sagunto, averiguaron a partir del incremento inusual de bolivianos ilegales en la recolección de la naranja que éstos habían sido captados en su país por una agencia de viajes que publicitaba en televisión "sugestivas ofertas de empleo legal en España, así como la posibilidad de obtener papeles y un sueldo cercano a los 1.500 euros", según el Ministerio del Interior. La red logró así que un centenar de personas abonaran 2.000 euros cada una a cambio de un billete de avión y "supuestamente" alojamiento y trabajo legal en el campo. Por 400 más, recibían una carta de invitación "fraudulenta" para entrar en España como turistas. Una vez en Valencia, las víctimas se topaban "con una realidad totalmente distinta"; a algunos se les obligó a pagar hasta 70 euros por semana por dormir sobre colchones en el suelo y hacinados. Por el trabajo, sin seguros ni contrato, en ocasiones apenas percibían 10 euros diarios.

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