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Pere Casaldàliga pide que "la humanidad se humanice", al recibir el Premio Catalunya

El prelado recibe el galardón de manos de Pasqual Maragall en São Félix do Araguaia

"La labor más esencial de la humanidad es la de humanizarse". Con esta idea como tema central de su discurso de agradecimiento, Pere Casaldàliga (Balsareny, Bages, 1928), obispo emérito de São Félix do Araguaia, en el Mato Grosso, recibió la pasada madrugada de manos del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, el XVIII Premio Internacional Catalunya, dotado con 80.000 euros. Casaldàliga, el primer catalán que recibe el galardón en sus 18 años de historia, advirtió que "sólo habrá paz en el mundo si hay paz entre las religiones".

El delicado estado de salud de Pere Casaldàliga, aquejado de Parkinson e hipertensión, llevó al presidente de la Generalitat a viajar a Brasil para entregarle en São Félix do Araguaia, su prelatura durante casi 40 años, el galardón que el pasado 2 de marzo le otorgó el jurado del Premio Catalunya en reconocimiento a su capacidad de "pasar de la poesía y la mística a la política" en su defensa de los indígenas del Mato Grosso ante la explotación de los latifundistas".

En el acto de entrega del premio, Casldàliga afirmó: "La danza principal de Cataluña es la sardana: un coro en comunión de un pueblo entero dándose las manos. En la prelatura de São Félix de Araguaia la corresponsabilidad es nuestra danza de celebración y de compromiso. Juntos hemos luchado, juntos recibimos el premio, juntos continuaremos respondiendo".

"Humanizar la humanidad practicando la proximidad": éste fue el lema sobre el que Casaldàliga articuló su discurso de agradecimiento. "¿Es una utopía?", se preguntó. "¡El Evangelio es una utopía todavía mayor!" , se respondió. Y prosiguió: "No aceptamos la fatalidad de este sistema capitalista neoliberal que nos imponen, que nos reduce la vida a un mercado y enmarca las mentes en un pensamiento único". Matizó, sin embargo, su crítica a la globalización, de la que dijo que con "todos sus pecados, graves, tiene como contrapartida la virtud de hacer que hoy, como nunca, la humanidad se sienta una".

Opuso al choque de civilizacines "la alianza de civilizaciones" como alternativa inevitable. "Los muros, las vallas, las leyes de intolerancia... no son una solución humana. Los bárbaros del sur acabarán rompiendo las fronteras de la separación", predijo, y reclamó como "labor esencial de la humanidad" la de "humanizarse". "La ciencia, la técnica, el progreso... sólo son dignos de nuestro pensamiento y de nuestras manos si nos humanizan más. Ante ciertos progresos de los cuales presumimos, las estadísticas anuales de de este profeta laico que es el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo deberían provocar en nosotros una vergüenza indigna". Y advirtió de la necesidad del diálogo interreligioso ya que, dijo, "sólo habrá paz en el mundo si hay paz entre las religiones".

Finalizó el obispo emérito de São Félix de Araguaia su discurso agradeciendo "de todo corazón" el galardón y pidiendo a Cataluña que "siga siempre abierta al mar y que desde el patio solariego se abra para siempre al mundo infinito".

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