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Dromesko ofrece música, teatro y magia en un original espectáculo

El grupo checo presenta 'La Barraca, cantina musical' en el VEO

Miguel Ángel Villena

Música de zíngaros, animales entre los espectadores, trucos de magia, marionetas de tamaño natural, diálogo constante entre los actores y el público y una cena a base de una nutritiva sopa configuran uno de los montajes más sorprendentes que se han visto en España. La Barraca, cantina musical, que hoy se presenta en el VEO de Valencia, representa un viaje en el tiempo hasta la esencia del teatro popular de hace un siglo.

Una taberna de madera y mesas para unas 150 personas componen el espacio que sirve de escenario y de patio de butacas, por llamarlo de algún modo. A partir de la entrada del público, y durante cerca de tres horas, se pone en pie un espectáculo que evoca las cantinas musicales de hace un centenar de años en la Europa central. El guión sólo está escrito en sus grandes líneas y, por tanto, es muy amplio el margen de improvisación del que disponen Igor Dromesko y los hermanos Forman, que idearon el espectáculo hace una década.

"En 1994", ha comentado Dromesko, "sentí que debía poner en escena un montaje que fuese una metáfora de la vida, una representación del mundo a escala, algo que el público pudiera sentir muy cercano". Este hombre de teatro ha logrado, junto a los Forman, hijos del célebre director de cine checo instalado en Estados Unidos, que los espectadores recuperen el encanto de las representaciones infantiles, al tiempo que se contagian del aire bohemio y pendenciero de las cantinas de siempre.

El grupo Théatre Dromesko deja tanto espacio para la improvisación que, a partir de la cena que los espectadores comparten con el elenco de actores, todas las posibilidades están abiertas. El baile hasta altas horas de la madrugada, los trucos de magia de un soberbio prestidigitador y pequeños teatritos de títeres se suceden en paralelo entre la docena de mesas de madera. "Mientras tocamos", ha señalado Dromesko, "los espectadores comparten su vino y su cerveza. Después nos sentamos a tomar la sopa con ellos y lo que sucede más tarde resulta imprevisible". Este planteamiento explica que los actores terminen exhaustos y favorece enormemente la participación del público.

Después de un éxito absoluto en Madrid, donde Dromesko agotó las localidades, el grupo llega a Valencia. La Barraca está instalada hasta el 25 de febrero en el antiguo cauce del Turia, entre los puentes de Calatrava y el de las flores. La función comienza a las 20.30 (salvo domingos, 19.00). Las entradas del VEO se obtienen en Servientrada de Bancaixa, en el Corte Inglés y en los recintos escénicos.

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