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Harold Bloom afirma en los actos del Llull en Nueva York que si fuera catalán querría la independencia

Con la erudición propia de quien ha dedicado toda su vida a los libros, el crítico literario estadounidense Harold Bloom dio el sábado, en la biblioteca Poets House de Nueva York, una lección magistral en torno al poeta mallorquín Ramon Llull, a quien definió como "el Cervantes de Cataluña". Pese a que su presencia se enmarcaba en un acto puramente cultural -el simposio de poesía catalana con el que el Institut Ramon Llull cerró un mes dedicado a divulgar con cine, arte y literatura la cultura catalana en Nueva York-, Bloom no pudo evitar dar algunas pinceladas políticas a su intervención. ""Si fuera catalán, desearía que mi país fuera independiente de España, aunque sé que sería económicamente inviable", aseguró el autor, que en 2002 recibió el Premio Internacional Cataluña.

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Bloom viajó hasta el siglo XIII para analizar el contexto histórico en el que se movió Llull, reivindicó la importancia que la lengua catalana ya tenía hace ocho siglos, y ahondó en los avatares personales de aquel escritor autodidacta increíblemente prolífico, "fascinante y difícil". A sus 75 años, el autor estadounidense, que ha visitado dos veces Barcelona, puso especial énfasis en explicar qué es Cataluña y, al hacerlo, aprovechó para hacer comparaciones históricas y políticas con su propio país. "Cataluña es una idea, o un complejo de ideas, así como un lugar donde la gente permaneció unida por una lengua y una historia de opresión española que culminó con el fascismo de Franco. Su gran honor, como el de los vascos o el de Madrid, es haber luchado con fiereza contra el fascismo clerical y militar. Para catalanes y castellanos eso hoy puede sonar anacrónico, pero en Estados Unidos no lo es ya que vivimos en un régimen teocrático y militarista", declaró. En ese sentido recordó las palabras de un ex gobernador de Luisiana, Huey Long, quien en 1935 afirmó: "Por supuesto que el fascismo llegará a Estados Unidos, pero lo llamaremos democracia".

Xavier Folch, director del Institut Ramon Llull, aprovechó para recordar que su intención es "abrir una sede del instituto en Nueva York y otra en París, aunque de momento sólo es un proyecto".

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