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Libia aplaza la negociación con Bulgaria para indemnizar a niños contagiados de sida

Las familias de 426 menores critican la revisión de las condenas a muerte de las enfermeras

Libia aplazó ayer indefinidamente las conversaciones que mantenía con Bulgaria para compensar a las familias de 426 niños libios contagiados con el virus del sida. El fondo se estableció la semana pasada, tres días antes de que un tribunal decidiera revisar el juicio por el que habían sido condenados a muerte cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino. El dudoso proceso de los seis sanitarios de un hospital de Bengasi, en la costa mediterránea libia, desató un escándalo internacional. Ahora las familias de las víctimas critican la revisión del juicio.

Estaba previsto que las negociaciones comenzaran hoy en Trípoli. La decisión, el domingo, de un tribunal libio de que el caso volviera a ser juzgado fue recibida con satisfacción por las delegaciones y organizaciones no gubernamentales de Libia, Bulgaria, Unión Europea y Estados Unidos que participaban en las conversaciones, ahora aplazadas, para crear un fondo de ayuda a las familias de los 426 niños contagiados de sida en la década de los 90. Unos 50 niños han fallecido, según un abogado de las familias

La revisión ordenada por el tribunal pone fin a la angustia de los seis sanitarios extranjeros, amenazados de muerte desde la sentencia de 2004. Además, permite al régimen de Gadafi una respetuosa salida judicial frente a la lluvia de protestas internacionales que habría desatado la ejecución de la condena.

El Gobierno libio dio a entender que podría evitarse la pena capital si se indemnizaba generosamente a las familias afectadas. A su vez, Estados Unidos y la Unión Europea acusaron a Libia de inventar los cargos de negligencia para desviar la atención de las malas condiciones higiénicas de sus hospitales. El magistrado jefe del tribunal admitió que había habido "irregularidades" en el proceso. En agosto de 2002, tres de los inculpados retiraron sus confesiones, que dijeron habían sido obtenidas con torturas.

La historia arranca el 16 de febrero de 1999, cuando las cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino fueron acusados de contagiar deliberadamente el sida a los niños de Bengasi. Un año después fueron juzgados bajo la misma premisa y en mayo de 2004 fueron condenados a muerte. Desde entonces, Libia ha tratado de ligar las compensaciones por este proceso a las cuantiosas sumas que tuvo que pagar al reconocer su responsabilidad en la explosión de un avión de pasajeros de la aerolínea PanAm sobre Lockerbie (Escocia).

Con la mediación de la Unión Europea y Estados Unidos, las familias de las víctimas y representantes de Bulgaria y Libia se reunieron a principios de diciembre para establecer un fondo de compensación, con el que ayudar a las familias a atender a sus enfermos, facilitarles medicinas y atención especializada tanto dentro como fuera del país. Según diversas fuentes, los abogados de las familias han pedido una compensación de 10 millones de dólares (8,9 millones de euros) por cada una de las víctimas.

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Trípoli indicó que el aplazamiento de las negociaciones con Bulgaria pretende apaciguar los ánimos de enfurecidas familias, que se oponen tajantemente al veredicto del tribunal que anuló las penas de muerte impuestas a las enfermeras y al doctor. "Queremos dar un tiempo a las familias para que se calmen", dijo un portavoz libio.

Las conversaciones deben estudiar la propuesta de Bulgaria, EE UU y UE de establecer un grupo no gubernamental para recoger y distribuir la ayuda a las familias de los niños. El responsable libio dijo que las negociaciones tenían como objetivo tratar sobre la compensación de las familias, suministrar medicamentos avanzados a los niños y la rehabilitación de los hospitales en Libia.

"Las conversaciones han sido aplazadas para otro momento", señaló en la noche del lunes un alto responsable libio, que dijo no estaba autorizado a hablar con la prensa. La confirmación llegó ayer desde Sofía, a través de un funcionario búlgaro que indicó que la reunión que hoy debían mantener en Trípoli se ha pospuesto hasta mediados de enero "para que las dos partes tengan tiempo para prepararse".

Un médico y cuatro enfermeras búlgaros, durante el juicio celebrado en Bengasi en octubre de 2003.
Un médico y cuatro enfermeras búlgaros, durante el juicio celebrado en Bengasi en octubre de 2003.REUTERS

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