La Comunidad expone las obras de los artistas más provocadores

Corderos degollados, un mediometraje satírico de la clase alta mexicana y la destrucción de libros. Son algunas de las obras de la exposición Un nuevo y bravo mundo, que la Comunidad ha encargado del provocador colectivo El Perro. La muestra reúne fotografías manipuladas, videoarte y un mediometraje de 13 artistas de siete países cuyo objetivo es hacer que el visitante reflexione sobre las contradicciones y los valores de la sociedad actual. "El arte debe ser crítico con algunos temas que están vigentes, como el dominio de los medios de comunicación, la sociedad de consumo, la violencia de género o el papel de la cultura", asegura Pablo España, uno de los tres integrantes de El Perro.

La muestra explora lo que queda de las predicciones de los escritores británicos George Orwell y Aldous Huxley. "Orwell advertía sobre un mundo de seres humanos teledirigidos por el poder; ahora se manifiesta el fascismo como un sistema de dominación que nos hace buscar lo que deseamos", señala España. El colectivo ruso AES+F interpreta este mundo feliz moderno con una serie de obras que entremezclan jóvenes guapos en poses que invocan imágenes de revistas de moda y escenas bélicas.

Cristoph Draegger, un artista búlgaro, reflexiona sobre el miedo, el totalitarismo y la guerra con un vídeo que encontró en una base militar que presenta el simulacro de un bombardeo nuclear. Los subtítulos narran el discurso pomposo y triunfal del presidente estadounidense George Bush tras ganar las elecciones en 2004.

Arte en acción

Otros artistas demuestran que su peculiar arte guerrillero no es sólo un vehículo de expresión artística, sino un verdadero estilo de vida. Fernando Núñez es uno de ellos. Se metió un microchip en el brazo, parecido a los localizadores que se implantan bajo la piel de los animales domésticos. Su actuación fue recogida por una decena de medios de comunicación, que jamás se molestaron en cuestionar si él era un artista o si se trataba de una burla. Las entrevistas que realizaron varias televisiones autonómicas y periódicos locales están expuestas para dar testigo de su obra. También se presentó a varios programas de testimonios con identidades ficticias e incluso contradictorias, algo de lo que ninguno de los canales se percató.

Pero provocar y criticar no siempre casa bien con una interpretación tradicional y excluyente del arte, como quedó en evidencia ayer. El director general de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Comunidad, Álvaro Ballarín, expresó su preocupación por la introducción ayer de un busto de Francisco Franco como parte de la exposición. Aunque Ballarín indicó que los artistas gozaron de "absoluta libertad" para elegir el contenido de la muestra, varios de ellos hicieron otra lectura de la situación. "[La Consejería de Cultura] ha buscado excusas de seguridad, por ejemplo, para intentar suavizar y condicionar el contenido", afirmó ayer uno de los artistas.

Un nuevo y bravo mundo. Del 22 de diciembre al 22 de enero. Sala Alcalá 31. Entrada gratuita