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Un vertedero parado por depósitos tóxicos recibe desechos sin tener licencia

La gestora del basurero de Gatika, multada en 2003, aún no ha realizado un estudio exigido

Un vertedero paralizado hace cuatro años por vertidos tóxicos ha reanudado la actividad en los últimos tres meses con el depósito de desechos sin disponer de licencias, según denuncian los vecinos. El basurero, ubicado en Gatika, ya fue multado con 16.000 euros en 2003, pero aún no ha cumplido las medidas exigidas por el Gobierno. Entre ellas se encuentra un estudio sobre los residuos tóxicos que alberga la zona, como plomo, aluminio y amoniaco. La empresa que explota el vertedero ha admitido que además hay restos de hidrocarburos.

El llamado vertedero de Zurbano empezó a funcionar a principios de los años 90 para acoger residuos inertes. Tras las denuncias de los vecinos, sus primeros promotores renunciaron a la actividad en 1993 y anunciaron que sólo acometerían rellenos de tierras. En diciembre de 1994 hubo un cambio de titularidad en favor de los actuales explotadores, la empresa Gatikako Zabortegia, que desde entonces, según vecinos y ecologistas, ha realizado vertidos de todo tipo.

La Viceconsejería de Medio Ambiente descubrió en febrero de 2000, durante una inspección rutinaria, que el vertedero funcionaba sin la autorización del Gobierno. Al año siguiente otra visita comprobó que había más irregularidades: los vertidos continuaban, se había ocupado entre dos y tres veces la superficie autorizada y los desechos no estaban bien compactados. Ante ello, dictó la paralización de la actividad en 2001, que se ratificó en 2002. Entonces se requirió a la empresa la presentación de datos sobre los vertidos realizados, las actuaciones llevadas a cabo tras el parón dictado en 2001 y la presentación de un proyecto de recuperación, "no habiéndose recibido respuesta alguna hasta el momento", señalaba un informe firmado el 13 de noviembre de 2002 por el entonces viceconsejero de Medio Ambiente, Iñaki Ezkurra.

Pero en enero de 2003 se conocieron los hechos más graves: los lixiviados del vertedero contenían plomo, cadmio, cianuros, sulfuros, cloruros y amoniaco en cantidades superiores a los límites legales, que estaban afectando a un arroyo que atraviesa el vertedero. El informe elaborado por Medio Ambiente admitía que no se podían precisar los daños al desconocerse "el tiempo que llevan filtrando lixiviados contaminantes al cauce público". Entonces se dictó una multa de 12.000 euros, a lo que se añadió una indemnización de casi 4.400 euros por los daños al medio ambiente a causa del vertido y la ocupación de suelo. Un portavoz de Medio Ambiente ha informado de que estas sanciones ya están pagadas. El expediente obligaba además a la elaboración de una plan de investigación para determinar los residuos tóxicos allí ubicados.

La empresa, que en 2003 presentó un primer estudio, considerado insuficiente por Medio Ambiente, envió otro informe en febrero de 2004, en el que admitía que el vertedero tiene también tierras contaminadas con hidrocarburos, una sustancia que no había aparecido en los informes de los técnicos de Medio Ambiente.

La consejería, según consta en un escrito firmado el pasado 26 de octubre por la directora de Calidad Ambiental, señala que ese informe de la empresa es una "investigación exploratoria", de la que se deriva que existen "vertidos de materiales ajenos a los admisibles en un vertedero de tierras y escombros". Por ello, recuerda que en septiembre de 2004 Medio Ambiente exigió que, para verificar los focos de contaminación existentes, se debía presentar una propuesta de investigación detallada. "En esta Dirección de Calidad Ambiental no consta que por parte de Gatikako Zabortegia se hubiera procedido a la presentación de la propuesta de investigación detallada ni a la remisión de la documentación que acredita se haya procedido a la retirada de los residuos".

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La empresa, que sigue afectada por la orden de paralización, ha vuelto a realizar rellenos de agosto a mediados de octubre, fecha en la que pararon la actividad en coincidencia con las nuevas denuncias vecinales. "Los rellenos se han hecho sin ninguna licencia ni del Ayuntamiento ni del Gobierno", señalan los residentes en la zona.

Los vecinos aseguran que una de las medidas exigidas por Medio Ambiente, la construcción de cunetas perimetrales (para que el agua de la lluvia no se mezcle con los lixiviados del vertedero), tampoco se han cumplido después de dos años. "Faltan las balsas que recojan el agua", dicen. Y denuncian que la empresa quiso realizar unas cunetas de mayor dimensión para seguir rellenando, "pero los técnicos del Gobierno les obligaron a romperlas y hacerlas como les habían pedido".

Los vecinos han expresado su "impotencia" ante lo que califican de "tolerancia de las instituciones" con la empresa Gatikako Zabortegia.

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