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Crónica:CRÓNICA EN VERDE
Crónica
Texto informativo con interpretación

Naturaleza a pie de calle

El Ecobarómetro revela que crece el pesimismo de los andaluces por la situación ambiental

Es muy posible que la sequía, y la alarma que esta situación ha generado en los últimos meses, haya influido de manera decisiva en la preocupación que los andaluces muestran ante los temas ambientales. Lo cierto es que, en 1996, cuando el Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía (IESA) realizó el primer estudio sociológico sobre las actitudes y conductas de los ciudadanos ante este tipo de cuestiones, el medio ambiente no aparecía en una posición excesivamente destacada. Por aquel entonces, y entre las distintas áreas relacionadas con la calidad de vida, los andaluces situaban en un primer nivel de importancia el empleo y la economía, la educación, la enseñanza y la salud. La protección del medio ambiente se colocaba en un segundo grupo, junto a otros elementos relevantes como la protección social, la vivienda o la seguridad ciudadana.

Nueve años después la situación se ha modificado de manera más que evidente. El sondeo que el IESA realizó el pasado verano, y cuyos resultados se han hecho ahora públicos, revela cómo la preocupación por el medio ambiente se ha colocado en un destacado segundo lugar en el orden de prioridades de los andaluces. El principal problema para los ciudadanos continúa siendo la situación económica y el desempleo (cuestión citada por el 82% de los encuestados), y a continuación aparece el medio ambiente (40%). A cierta distancia se colocan, entre otros, los temas relacionados con la seguridad (25%) y los problemas sociales (22%). En comparación con el sondeo realizado en 2004, la preocupación por las cuestiones ambientales ha aumentado más de 30 puntos porcentuales.

Esta encuesta, denominada Ecobarómetro, se realiza, de forma normalizada, todos los años desde 2001. Aunque la ejecuta el IESA, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, es un encargo de la Consejería de Medio Ambiente, que obtiene así una completa radiografía de la sensibilidad ambiental de los andaluces. El sondeo requiere el análisis de más de 1.300 entrevistas presenciales, repartidas entre las ocho provincias y entre diferentes grupos socioeconómicos, con cuestiones que se repiten año tras año para poder investigar su evolución en el tiempo.

La percepción que los andaluces tienen de la situación ambiental revela, en este último Ecobarómetro, un cierto pesimismo, tendencia que ya se venía registrando en años anteriores. Hay un notable porcentaje de andaluces que considera "mala o muy mala" la situación ambiental, aunque las opiniones negativas disminuyen al reducir el tamaño del ámbito de referencia, siendo moderadamente positivas a la hora de valorar el medio ambiente local. El 28% de los ciudadanos considera que la situación ambiental a escala local es mala o muy mala, elevándose este porcentaje hasta el 34% cuando valoran la situación andaluza y alcanzando el 67% cuando es la situación del planeta la que toman como referencia. Sólo consideran que la situación es "buena o muy buena" el 38 % de los ciudadanos, a escala local, el 20% a escala regional y el 5 % a escala planetaria. "La percepción ha empeorado por segundo año consecutivo ya que las contestaciones positivas, en comparación con los datos de 2004, han disminuido en 6 puntos porcentuales en el caso de la situación local y en 8 puntos en la escala regional", concluyen los autores del Ecobarómetro.

A pesar de estas opiniones, cuando a los encuestados se les pide que comparen la situación actual con la que percibían hace tres años, confiesan que la situación ha mejorado, aunque esta tendencia ha registrado un notable descenso. Los problemas ambientales parecen ir a mejor tanto en el ámbito local (un 35,5% de ciudadanos así lo cree, frente al 27,9% que dice que ha empeorado) como en el ámbito regional (un 35,8% frente al 30,9%). No obstante, y en comparación con los datos obtenidos en 2004, las valoraciones positivas han disminuido en 11 y 10 puntos porcentuales en los dos ámbitos analizados, mientras que las valoraciones negativas han crecido en 8 puntos, cuando se sitúan en la escala local, y en 11 puntos cuando se opina a escala regional.

A pesar de que su importancia ha disminuido ligeramente, el ruido continúa siendo el problema ambiental que más preocupa en el ámbito local, ya que lo citan el 37 % de los encuestados. Le siguen la suciedad en las calles (30%), la gestión de las basuras (el que más ha crecido con respecto a 2004 hasta alcanzar este año el 29% de respuestas) y la escasez de parques y jardines (27%). En el ámbito regional sigue liderando esta clasificación el problema de los incendios forestales (67%), aunque la escasez de agua registra un aumento de 36 puntos porcentuales con respecto al sondeo de 2004, de manera que ahora se coloca en segundo lugar con un nivel de respuesta del 59%.

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El precio del desarrollo

En el Ecobarómetro no sólo se incluyen preguntas de ámbito general sino que los encuestados también tienen que pronunciarse sobre cuestiones muy concretas que, de alguna manera, revelan el grado de compromiso ambiental de los andaluces. Este año, por ejemplo, el 69% de los ciudadanos está de acuerdo con la afirmación de que "el desarrollo urbanístico actual está provocando un impacto excesivo en el medio ambiente y el patrimonio cultural de Andalucía". Sólo el 8% de los encuestados no comparte esta opinión. Y directamente relacionada con esta toma de postura, el 84% de los andaluces se muestra a favor de que la Junta de Andalucía intervenga en la política urbanística de los ayuntamientos cuando éstos no respeten la legislación.

Asimismo, tres de cada cuatro andaluces son partidarios de que se realicen todos los esfuerzos necesarios para la protección de las especies de flora y fauna en peligro de extinción, aunque ello resulte caro e implique disponer de menos recursos para otras políticas.

El precio que con frecuencia hay que pagar por un modelo de desarrollo sostenible también aparece en el Ecobarómetro, ya que el 73 % de los andaluces se muestra dispuesto a que se construya un parque eólico en las inmediaciones de su localidad de residencia, aunque los molinos originen un impacto negativo en el paisaje.

También resulta llamativo que, de acuerdo a esta encuesta, la mitad de los andaluces se muestren partidarios de multar a los ciudadanos que no reciclen correctamente, mientras que sólo uno de cada cuatro encuestados se confiesan a favor de un aumento en el precio de la gasolina o del agua para mejorar así la protección del medio ambiente.

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