El Santander eleva los beneficios un 36,8% hasta septiembre y supera los del año 2004
La entidad destaca el impulso del Abbey, que dejará de ser un banco sólo hipotecario
Un año después de comprar el Abbey, el sexto banco del Reino Unido, Emilio Botín, presidente del Santander, volvió a Londres para anunciar que, en parte gracias al banco británico, el grupo ha obtenido un beneficio de 3.878 millones de euros, un 36,8% más que el mismo periodo del año anterior. La cifra supera todo lo ganado en 2004 y, en ella, no se incluyen las plusvalías obtenidas por las ventas de participaciones industriales. Con euforia no disimulada, Botín utilizó la moderna sede del Abbey para advertir que acelera su reestructuración para que sea un banco completo, no sólo hipotecario.
Botín, al ser preguntado sobre la compra del Sovereign de Filadelfia, donde ha invertido 2.000 millones de euros para comprar el 20% respondió que se ha financiado "con lo que nos ha sobrado por ahí". En la moderna y funcional sede del Abbey en el norte de Londres, Botín escenificó la compra del Abbey, hace un año, con un apretón de manos con Luqman Arnold, consejero delegado de la entidad. Ayer la situación era muy diferente. La primera línea de ejecutivos estaba formada, mayoritariamente, por hombres de Botín y el logo del Abbey ha pasado del azul al rojo del Santander, el noveno banco europeo. "Me siento orgulloso de estar aquí, en el primer aniversario de la compra del Abbey", dijo Botín.
Hasta final de septiembre el Santander ha logrado un beneficio neto de 3.878 millones, un 36,8% más que el mismo periodo del año pasado gracias al empuje de todos los negocios, incluido el de América Latina, que hace un año brillaba menos por la caída de las divisas y ahora aporta el 35% del beneficio al grupo. A pesar de ello, el Santander registró ayer la mayor caída de la Bolsa española con un descenso del 3,13%. Botín resumió la situación diciendo que se había combinado los mayores ingresos comerciales, la reducción de costes y las menores provisiones que han caído un 35%. Abbey aporta 492 millones al grupo, por lo que, si se descuentan sus beneficios, el Santander hubiera elevado el resultado un 19,5%.
El volumen de créditos se ha incrementado un 18% y los recursos de clientes un 20%, sin la aportación británica. Sin embargo, al incluir el Abbey, los préstamos suben un 105,4% y los depósitos un 108,43%. Incluso descontando el efecto Abbey, todos los márgenes se elevan más del 10%, incluido el de explotación, con un alza del 12,8%. Francisco Gómez Roldán, consejero delegado del Abbey, reconoció que esta entidad necesita nueva tecnología, una mentalidad más comercial en su plantilla, "que seguirá reduciéndose", aunque no confirmó si será en unos 2.000 empleados, como afirman los expertos. "Con las transformaciones estamos dejando de ser un banco hipotecario para vender toda clase de productos y subirán los ingresos entre un 5% y un 10% anuales en los tres próximos años", dijo Gómez Roldán.
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