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EL LIBRO DE LA SEMANA

Entre la historia y la leyenda

LA VIDA de Mahoma, el principal profeta del islam, oscila entre los hechos históricos y las leyendas. De hecho, las principales fuentes para repasar su trayectoria se encuentran en textos escritos en árabe por eruditos musulmanes y los más antiguos datan de más de un siglo después de su muerte, acaecida en el año 632 de la era cristiana. El relato más antiguo, que ha llegado a nuestros días, es el que fue compilado por Ben Ishaq. Por otra parte, los relatos que aparecen en estas obras no siempre son coherentes y, en ocasiones, ofrecen versiones contradictorias de un mismo acontecimiento.

De cualquier modo, la tradición señala que Mahoma nació en La Meca hacia el año 570 en el seno de una familia que pertenecía al clan de Hashim que, a su vez, formaba parte de la tribu de Quraysh que dominaba en aquella ciudad e integraba a la mayoría de la población. Mahoma empezó a ser considerado un profeta en el transcurso de un viaje que hizo a Siria en su juventud y los hombres santos que avalaban su condición aludían a ciertas marcas en su cuerpo y a señales milagrosas de su naturaleza. Perseguido por sus ideas en La Meca, Mahoma se vio obligado a buscar refugio en Medina junto con un grupo de sus seguidores.

Este episodio es el que se conoce como la Hégira, que fue el punto de inflexión en la vida del profeta. En Medina se estableció la primera comunidad musulmana (umma) y la marcha de Mahoma marcó el comienzo del calendario musulmán. A partir de aquel suceso comenzó la expansión del islam hasta llegar a ser una religión profesada por cientos de millones de fieles en todo el mundo.

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