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'El caso de la escalera', un documental con tintes policiacos

Katheleen Peterson murió en la madrugada del 9 de diciembre de 2001. Su esposo, Michael, la encontró tendida sobre un charco de sangre en las escaleras de casa, una mansión de Durham (Carolina del Norte). O eso dice.

Porque la policía sostuvo desde el primer momento que la muerte era todo menos accidental, y señaló a Michael, escritor y columnista conocido por sus publicaciones sobre Vietnam, como principal acusado. Diez días después de la detención de Peterson, el cineasta francés Jean-Xavier de Lestrade ya trabajaba en El caso de la escalera (Anatomía de una defensa), serie documental que Canal + estrena esta noche (22.00).

Aunque El caso... sólo se propone "mostrar cómo empiezan a girar las ruedas de la justicia, sus luces y sus sombras", según contó De Lestrade en una entrevista a la BBC, el documental se enriquece con otros géneros, como el policiaco o la telerrealidad, hasta convertirse en un impecable serial de suspense. De Lestrade firmó un acuerdo de confidencialidad con todas las partes implicadas en el proceso -acusado, familia, defensa, fiscalía...- por el que se comprometía a no mostrar ni un minuto de sus grabaciones -se rodaron 650 horas a lo largo de dos años- antes de que se llegara a un veredicto.

Así, las cámaras del director francés -ganador de un Oscar en 2002 por Murder on a sunday morning- se cuelan en casa de los Peterson, en los despachos de su abogado, David Rudolf, y en los de la fiscalía del distrito, dirigida por Jim Harding. Registran los ímprobos esfuerzos del investigador Ron Guerette para reunir pruebas exculpatorias; las pesquisas de Art Holland, agente encargado del caso, empeñado en conseguir todo lo contrario, y las claves de Magie Fargo, experta en jurados, para ajustar las líneas de la defensa a los prejuicios del tribunal.

En los ocho episodios, la imagen de pareja feliz que formaban Michael y Katheleen salta hecha trizas, sus hijos se alinean de parte del acusado, salen a la luz hasta los ángulos más íntimos de la relación y el proceso judicial se desarrolla entre inesperados giros al más puro estilo hitchcockniano, que desembocan en el veredicto con el que se cierra la serie. 15 semanas de juicio -habitualmente duran una-, con un coste final, según el diario local The News and Observer, de 421.000 dólares (338.000 euros), con partidas como las de 8.000 euros pagados por los gráficos que se presentaron ante el tribunal o los 4.000 en gastos de viaje de un testigo de la acusación que acabó acusado de perjurio.

El escritor Lorenzo Silva (El alquimista impaciente, La flaqueza del bolchevique) presenta esta noche el trabajo de De Lestrade dentro del contenedor Noche de series.

Michael Peterson, sentado en el centro, conversa con Ron Guerette (derecha) y una compañera del equipo de la defensa.
Michael Peterson, sentado en el centro, conversa con Ron Guerette (derecha) y una compañera del equipo de la defensa.

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