Muere uno de los afectados por el brote de legionela en Zaragoza
Uno de los pacientes ingresados en la UCI del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, afectado por el brote de legionela declarado en el centro de la ciudad, murió el sábado por la tarde, aunque su muerte no se conoció hasta ayer por la mañana. El fallecido, de 44 años, había sido ingresado el pasado 23 de agosto y padecía una patología grave y severa previa al contagio con la bacteria, lo que hizo temer por su vida desde el primer momento. En la UCI siguen ingresados otros tres afectados, uno muy grave, de 62 años, y otros dos menos graves, de 67 años. Los cuatro padecían patologías graves o factores de riesgo que agravan los efectos de la bacteria.
Hasta el sábado eran 15 los afectados por el brote de legionela detectado en Zaragoza a mediados de agosto. Fue el sábado cuando se notificó un nuevo caso de un paciente de 56 años, ingresado en el hospital Miguel Servet, en planta y evolucionando bien.
Todos los ingresados en los hospitales de Zaragoza -nueve en el Servet, uno en el Hospital Militar, otro en el Clínico- y otro en Murcia evolucionan favorablemente. Tres pacientes ya fueron dados de alta la pasada semana.
El servicio de Salud del Gobierno de Aragón decidía ampliar el perímetro de control de instalaciones que podían ser fuente de contagio y el sábado inspeccionó medio centenar de ellas y "suspendió" 17 como medida cautelar. El director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Luis Gómez, ya había advertido que "al no ser un brote hospitalario hay que abrir el perímetro de control y ser muy prudente a la hora de determinar dónde está el foco. Tardaremos días en saberlo, y pueden aparecer nuevos casos de personas contagiadas que hayan salido de la ciudad. Pese a todo no hay que ser alarmista, porque es una enfermedad de declaración obligatoria, y sólo es grave en personas con patologías severas".
Protocolo de alerta
Algunas de las instalaciones habían sido inspeccionadas esta pasada primavera pero han vuelto a ser revisadas estos días. El protocolo de alerta ha funcionado y el Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido cerrar las fuentes del centro de la ciudad para evitar posibles focos de contagio. El brote que comenzó el pasado 16 de agosto, está localizado en el centro de la capital aragonesa, en una zona comercial y de ocio en la que se han inspeccionado los sistemas de refrigeración y conducción de agua de oficinas, entidades bancarias, grandes superficies comerciales, centros de restauración y de ocio y domicilios particulares.
Las edades de los afectados oscilan entre los 30 y los 89 años. Doce son residentes en la zona que se investiga y donde se llevan analizadas hasta más de medio centenar de instalaciones de aire acondicionado. El director de Salud Pública volvió a recordar ayer que la bacteria vive en el agua y se transmite por el aire, por eso hay que prestar especial atención a fuentes de posible contagio como duchas, fuentes y sobre todo sistemas de refrigeración a los que hay que tratar con agua caliente.
