El presidente de la patronal vizcaína aboga por reducir el papel de Confebask

El presidente de la patronal vizcaína, José María Vázquez Eguskiza, abrió ayer un nuevo debate entre los empresarios vascos, al cuestionar el excesivo peso y protagonismo que ha tomado la organización confederal, Confebask, lo que a su juicio desborda sus principios fundacionales. A tan sólo diez días de la elección del nuevo presidente de esta organización, que viene precedida de otra controversia interna, Vázquez Eguskiza abogó por revisar las funciones de Confebask con el fin de que prevalezca la "soberanía y representatividad" de las tres patronales provinciales.

Las declaraciones del presidente de la Confederación Empresarial de Vizcaya (Cebek) encienden una nueva polémica en el seno de las organizaciones empresariales acerca del papel que está desempeñando en la actualidad Confebask. Vázquez Eguskiza considera que la patronal vasca se ha desviado de su proyecto original y asumido funciones que son propias de las territoriales.

En una entrevista en Radio Euskadi, y a apenas de diez días de que se celebre el Consejo General en el que debe elegirse al sucesor de Román Knörr al frente de la confederación, apostó ayer por "reconducir Confebask estructural y operativamente" para adecuarlo "al proyecto original". Vázquez Eguskiza redujo sus funciones a ser "oficina de representación en temas que las organizaciones territoriales consideraban comunes" y "soporte de coordinación profesional". Agregó que, tras 22 años de existencia de Confebask -se constituyó en 1983, teniendo como socios las patronales de Guipúzcoa (Adegi), Vizcaya (Cebek) y Álava (SEA)-, esta entidad "ha transformado los medios en fines" y adquirido una dimensión que requiere de "un ajuste".

Confebask, que agrupa a más de 13.000 empresas privadas y es miembro de pleno derecho de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) desde 1988, se ha erigido en las dos últimas décadas en el "único interlocutor ante la Administración, las organizaciones sindicales y profesionales y la opinión pública de Euskadi", así como en el "portavoz y referente del propio colectivo empresarial vasco", como subraya en su página web.

El presidente de Cebek abogó por "restaurar" los valores fundacionales de Confebask, recortando su papel en favor de las organizaciones provinciales, para las que reclamó "plena soberanía y representatividad". Estas manifestaciones se producen a tan sólo diez días del nombramiento del sucesor de Román Knörr al frente de la patronal vasca, cargo que ocupará a partir del próximo 12 de julio el guipuzcoano Miguel Lazpiur. La designación de este empresario dio lugar a otro incidente, al criticar Cebek y la alavesa SEA que Adegi no les consultara previamente sobre el perfil del candidato y alegar que se enteraran de su propuesta por la prensa.

"Poco conocido"

Vázquez Eguskiza definió ayer a Lazpiur, actual vicepresidente de Adegi, como "un hombre muy poco conocido", aunque destacó su "seriedad" como persona y en su actividad profesional. Quiso separar en todo momento los problemas por los que, a su juicio, atraviesa la patronal vasca del "alboroto" que se formó cuando se anunció su candidatura, en el que estuvo involucrado personalmente. Según fuentes empresariales, Vázquez Eguskiza abrigaba esperanzas de lograr la presidencia de Confebask ante las dificultades de Adegi -a la que corresponde por turno ocuparla- para encontrar a un aspirante.

Pretendía ser propuesto por la patronal guipuzcoana para el puesto por su condición de delegado para el País Vasco de la constructora OHL y de Construcciones Sobrino, empresa ésta radicada en Guipúzcoa. La designación final Lazpiur, según dichas fuentes,j echó por tierra sus aspiraciones personales.

Una vez resuelta la polémica sobre la sucesión en Confebask, el presidente de Cebek anunció que su organización trabajará con el nuevo presidente para "resituar" la función de la confederación empresarial.

Por otro lado, Vázquez Eguskiza se felicitó por la supresión en el programa de gobierno del nuevo Ejecutivo tripartito de toda referencia a impulsar la jornada de 35 horas en el sector privado, que era uno de sus objetivos en la anterior legislatura. A su juicio, es ésta una decisión "de sentido común". Por el contrario, los sindicatos LAB, CC OO y UGT censuraron esta supresión, reprochando al Gobierno que "ceda a la presión y chantaje de la patronal".