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Un constructor anunció al ex alcalde de Majadahonda que el PP iba a relevarlo

Entrevista con los concejales Peñas y Moreno, expulsados del Partido Popular

Los dos ediles del PP de Majadahonda, a los que el partido expulsó ayer, José Luis Peñas y Juan José Moreno, aseguran que Esperanza Aguirre ya tenía decidido el 15 de enero -día en el que comenzó un viaje oficial a China- que el anterior alcalde majariego, Guillermo Ortega, abandonara el Ayuntamiento. El mensajero, según ambos ediles, fue Julián Jiménez de los Galanes, presidente del Grupo Dico, un holding dedicado a la construcción y promoción inmobiliaria que ha edificado varias promociones en Majadahonda.

Peñas relata que Jiménez de los Galanes llamó la mañana del pasado 15 de enero a Ortega y le dijo: "Te tienes que ir. El candidato oficial de la presidenta de la Comunidad [Esperanza Aguirre] y de Génova [sede del PP] es Narciso de Foxá [el actual regidor]. Vete mirando qué puesto quieres en la Comunidad". Ortega dimitió el 4 de febrero por "motivos de salud" y hoy es el gerente del Mercado Puerta de Toledo. El Grupo Dico rehusó ayer dar su versión.

"Granados nos dijo que el problema del anterior alcalde había sido cortarle la mano a Romero de Tejada"
Peñas: "Queríamos revisar todas las licencias de edificación que se habían dado en los últimos cinco años. Unos 24 millones de ingresos"
Moreno: "Sabemos que desde el 3 de febrero hasta que se dejó desierta la venta de parcelas ha habido presiones a los funcionarios municipales"
Con la gestión del Ayuntamiento, "a los promotores privados se les convertía el agua en vino"
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"De Foxá trataba de que me pasara a su bando, que es el de Rato. Me dijo: 'Con nosotros ganarás mucho más"
"Romero de Tejada sigue detrás de todo. También de la dirección del PP"

"Fue el mismo día que se iba la presidenta a China", continúa Moreno. "Nos llamó Guillermo [Ortega] y nos lo contó. Decidió ir al aeropuerto y le llevamos en mi coche. Ahí es cuando la presidenta le dijo al alcalde que, si le demostraba todas las golfadas que le estaba contando, ella se encargaría de echarlos". Nada más dejar el aeropuerto, los dos ediles comenzaron la elaboración de un informe para documentar las supuestas "golfadas". En él se explicaba la mecánica seguida por la empresa municipal Pammasa para intercambiar derechos de edificación de vivienda pública por vivienda libre con promotores privados.

Peñas recuerda: "No sirvió de nada, porque cuando la presidenta volvió de China, el 24 de enero, llevamos copias del dossier a Génova. Las dejamos encima de la mesa de Aguirre, Ignacio González y Francisco Granados, secretario regional del PP. La contestación de Aguirre fue que destruyéramos el documento".

La crisis municipal estalla por la venta de dos parcelas, una de las cuales había pertenecido a Pammasa. "Bueno, es el detonante. Se usa para acabar con Ortega y volver a la era de Ricardo Romero de Tejada [ex regidor y ex secretario regional del PP]", relata Peñas.

Los dos ediles se enteran de que hay una fuerte oposición dentro de su grupo para la venta de las parcelas en una reunión de concejales el 15 de diciembre. Peña aclara: "Yo le echo en cara a De Foxá que me lo dijera en ese momento, cuando ya se habían presentado las empresas, porque todo el equipo municipal votó a favor del pliego de condiciones en septiembre. Entonces nadie dijo nada".

El empeño de la dirección del PP y Aguirre por parar esta venta se debe, en opinión de Peñas, "a que hubo un pacto sobre una serie de temas con la gente de Rodrigo Rato [líder de una corriente del PP a la que pertenece Romero de Tejada] para que Aguirre saliera elegida presidenta y, posiblemente, uno de esos temas era Majadahonda". "Granados nos dijo claramente que el problema del anterior alcalde [Guillermo Ortega] había sido cortarle la mano a Romero de Tejada. Con eso, lo que nos quiere decir es que este señor [Romero de Tejada] sigue detrás de todo. Pero no sólo de las parcelas de Majadahonda, sino también de la [dirección] regional del PP".

Las presiones recibidas, dicen, fueron muchas, sobre todo tras declarar a El Mundo que De Foxá había intentado sobornar a Peñas. Pero éste afirma: "Yo no dije nunca eso. Mantuve una reunión con De Foxá en febrero de 2004 en su despacho. Fue una conversación muy larga, de dos o tres horas. De Foxá trataba de que yo me pasara a su bando, que es el de Rato. Me dijo: 'Con nosotros vas a ganar mucho más'. En un momento dado, me enseñó un papel y vi escrito un 1 seguido de seis ceros. No había símbolo de euros. Igual era una cantidad perfectamente legal... Porque cuando te pasas a un grupo fuerte, se abren horizontes enormes. Puedes ir a Bruselas, dar conferencias...".

Los ediles sospechan que, además de por las ventas de las parcelas, se crearon muchas enemistades debido al plan de saneamiento de las arcas municipales que querían aplicar. "Queríamos revisar todas las licencias de edificación que se habían dado en los últimos cinco años. Habíamos calculado unos ingresos de unos 24 millones para el Ayuntamiento". Además, pensaban renegociar el suelo del futuro hospital Puerta de Hierro, "porque Majadahonda cedió el suelo para un hospital público, no para una concesión", dicen.

Los concejales aseguran que ellos nunca habrían permitido presiones. "Queríamos cambiar las cosas radicalmente. Alejarnos de pleitesías a personas como Romero de Tejada".

Los pliegos de condiciones para la polémica venta de las parcelas se cambiaron en una ocasión, debido a que fueron sin IVA al pleno municipal para su aprobación. Cuando volvieron al pleno, en septiembre de 2004, las condiciones ya no eran las mismas. Había desaparecido la bonificación para las empresas que ofrecieran más dinero por las parcelas. El Ayuntamiento cerró el precio en 96 millones.

Este cambio suscitó la sospecha de que el concurso podría estar dirigido a alguna empresa amiga del anterior alcalde y de su grupo de confianza. "Guillermo Ortega quitó la bonificación por mejora en el precio de las parcelas", comenta Peñas. "En el primer pliego se permitía una subida tasada de 2,5 millones. Los primeros pliegos se retiraron el 6 de julio a causa de que faltaba el IVA. Guillermo dijo que el 3 de agosto [de 2004] habría una reunión con los técnicos. Ese día vino con unos pliegos diferentes".

"La razón de quitar la bonificación, según nos comentó Ortega", continúa el edil, "era que el suelo salía así más barato para las empresas constructoras, con lo cual los pisos resultarían más baratos para los compradores".

Peñas niega que él y Moreno fabricaran un pliego de condiciones para favorecer a una empresa determinada, y explica: "Cuando yo no estaba, siempre se presentaban a la venta de parcelas Afar-4 [propiedad de un amigo de Romero de Tejada] y alguna empresa más. Yo elaboro un pliego y se presentan las 12 mejores empresas del país. Si el concurso estaba tan dirigido, supongo que no habrían acudido a él. Sobre todo, porque los anteproyectos les costaron a las empresas concurrentes unos 240.000 euros". "Además", añade, "hay que tener en cuenta que los cambios de los informes del arquitecto municipal a quien beneficiaban es a Afar-4".

Lo que sí pueden demostrar los ediles, según aseguran, es el trato de favor que Pammasa dio a unos promotores inmobiliarios amparándose en la construcción de vivienda protegida. "Se les convertía el agua en vino. Era un amago de subasta porque Pammasa llamaba sólo a unos cuantos promotores que, a cambio de pagar 18.000 euros, se liberaban de hacer una vivienda protegida. Así podían vender la misma casa, pero en el mercado libre, a 480.000 euros, aunque se prescindía de otros propietarios a los que también les correspondía edificar parte de vivienda protegida", confirma Moreno.

A ambos concejales les cuesta pensar que detrás de la venta de derechos de construcción haya financiación ilegal del PP. "Pero", dice Peñas, "quizá todo este movimiento tan brutal contra dos personas normales y sencillas, como nosotros, me hace pensar en algo bastante más feo que una venta de derechos a bajo precio".

El anterior regidor, Guillermo Ortega, fue vicepresidente de Pammasa y, antes de ocupar la alcaldía de Majadahonda, se encargó de la Concejalía de Urbanismo. A pesar de ello, ni el anterior alcalde ni ellos denunciaron antes la gestión de la empresa municipal del suelo. "Supongo que Guillermo tendrá que responder algún día ante el juez que le llame a declarar si ha tenido algo que ver", afirman.

Peñas y Moreno se muestran dispuestos a contar en la Fiscalía Anticorrupción toda "su verdad". "Hemos vivido la historia muy intensamente desde el interior. Además, sabemos que desde el 3 de febrero pasado hasta que se dejó desierta la venta de parcelas ha habido presiones a los funcionarios municipales". "Por ejemplo, la propuesta de resolución del concurso de enajenación de los terrenos la firma un concejal, no el secretario general del Ayuntamiento, que es quien ofrece una base legal".

Los ediles mantienen que estas supuestas presiones se deben a que De Foxá estaba obligado a parar la venta como fuera. "Porque, de forma increíble, así lo habían decidido ya los políticos, no los técnicos municipales".

Moreno se refiere a una conferencia de prensa celebrada el 18 de febrero en la sede del PP regional en la que participaron el alcalde saliente, el actual y Francisco Granados, secretario regional del PP. "Allí se anunció que todos habían llegado a la conclusión de que lo mejor era que quedara desierto el concurso". Granados dijo después que "el precio ofertado por los interesados sería uno de los elementos que más se valorara en la adjudicación".

Moreno y Peñas comunicarán al fiscal el nombre de un promotor inmobiliario que, según dicen, les puso al corriente de que en Pammasa se manipulaba la subasta de derechos. "Cuando este señor presentó su oferta para participar en una subasta, era el número 11 de los que concurrían a ella, y el plazo de presentación de plicas se había cerrado. Pero cuando abrieron las plicas había 12. Si este señor lo ratifica, bien; ¿que no?, pues mala suerte...", concluye Peñas.

"Si yo hiciera una estrategia con los socialistas, al PP le quedan aquí dos días. Porque soy bastante mejor que el PSOE elaborando estrategias", amenaza Peñas.

Expulsados del partido

El PP expulsó ayer a José Luis Peñas y a Juan José Moreno, los dos ediles populares enfrentados con el actual equipo de gobierno de Majadahonda, también del PP. Los concejales tienen ahora 15 días para interponer alegaciones.

El partido se basa en las declaraciones que ambos concejales realizaron por escrito en un documento que entregaron en el registro del Ayuntamiento el 21 de abril de 2005. Como consecuencia de las manifestaciones que los ediles vertían en dicho documento el Ayuntamiento interpuso una querella contra ellos.

Además, el PP alude a que los dos ediles votaron en blanco en la investidura del actual alcalde del municipio, Narciso de Foxá. Por otra parte, el PP también se basa en las declaraciones formuladas por ambos ediles en una entrevista en el diario El Mundo.

"Hemos recibido hoy la carta de expulsión", confirma Moreno. Aunque era una declaración anunciada, Peñas se queja: "En el fondo siempre mantienes la esperanza de que alguna persona hable contigo para escucharte". Peñas advierte de que, una vez se haga efectiva la expulsión, transcurrido el periodo de alegaciones, quizá emprenda acciones legales.

"Si me echan definitivamente puedo recurrir a los tribunales. Hay que tener en cuenta que es el PP el que nos llama a Juan José y a mí para formar parte del equipo de Majadahonda".

Peñas era oficial de edificios y dependencias del Ayuntamiento de Madrid y concejal en la oposición en Parla. Moreno trabajaba de administrativo también en el Consistorio madrileño.

A pesar del enfrentamiento con su partido, ambos ediles han mantenido siempre que se consideran miembros del Partido Popular.

En su opinión, ellos no están machacando a nadie porque el PP no es el secretario general del PP madrileño, Francisco Granados, ni la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, "sino mucha gente". "Estamos haciendo daño a las personas que están haciendo daño al PP", afirman.

"La pena es que el PP, por el que hemos trabajado tantos años, esté en manos de quien está ahora en Madrid. Gente que no coge el toro por los cuernos, que no son capaces de solucionar un problema como el de Majadahonda", dicen.

Peñas y Moreno niegan que sean unos tránsfugas. "Aquí la barbaridad se ha hecho norma, pero un tránsfuga es el que abandona la disciplina del partido e ingresa en otro, y nosotros no hemos hecho nada parecido", sostiene Moreno.

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