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Un juez condena a Schlecker a readmitir a una empleada que firmó la baja con intimidación

El Juzgado de lo Social número 12 de Barcelona ha condenado a la empresa Schlecker a indemnizar o a readmitir a una trabajadora que, según la sentencia, fue intimidada por tres directivos para que reconociese por escrito que había incumplido la normativa de la compañía y que deseaba causar baja voluntaria. La resolución también condena a la empresa a una multa de 601 euros por considerar que actuó con mala fe y utilizó los documentos inculpatorios de la trabajadora para justificar su despido ante el juez. La empresa anunció ayer que presentará recurso.

El caso afecta a una cajera de un establecimiento Schlecker de Barcelona, acusada de apropiarse del importe de unos pañales adquiridos en esa tienda. Según la sentencia, el pasado 7 de marzo la mujer fue conducida a una habitación y allí la intimidaron tres directivos para que reconociese por escrito la supuesta apropiación. En caso contrario, los directivos la amenazaron con un traslado fuera de Barcelona, con "estar varios meses sin cobrar y sin poder dar de comer a sus hijos" y con "no encontrar trabajo en ninguna otra parte". La mujer acabó inculpándose, aunque denunció a la empresa por despido improcedente.

El magistrado Faustino Rodríguez explica en la sentencia que no se ha probado que se produjese la apropiación, ni siquiera que fuese esa cajera quien realizó la venta, porque en el establecimiento había dos cajas, y que, si fuese así, la empresa debería haber actuado contra la trabajadora cumpliendo la ley y comunicándole el despido por escrito. Otra empleada que presenció la conversación intimidatoria también fue obligada a firmar el mismo documento para ser despedida y ahora está pendiente de juicio.

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