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Las compañías de telecomunicaciones dirigen sus inversiones hacia el Este

Sonera abandonará la española Xfera para volcarse en las antiguas repúblicas soviéticas

Ramón Muñoz

Los países del Este de Europa se van a convertir en el principal foco de inversión de las compañías de telecomunicaciones. Telefónica, Vodafone, France Télécom, Deutsche Telekom y otras grandes empresas europeas tienen importantes planes de expansión en la zona. El rápido crecimiento de estos mercados, en particular en telefonía móvil, las expectativas por la ampliación de la UE y los procesos de privatización han desviado inversiones (10.000 millones de euros en este año) hacia el antiguo bloque soviético. La finlandesa Sonera ha anunciado a sus socios españoles que quiere abandonar Xfera para centrarse en esa zona.

El Este está de moda. La reciente ampliación de la Unión Europea y las futuras incorporaciones de otros países de la zona han sido el detonante para que las grandes compañías de telecomunicaciones se fijen en la zona, donde han invertido en este año más de 10.000 millones de euros. Recuperadas parcialmente del varapalo que supuso la burbuja tecnológica y del despilfarro de las licencias de telefonía de tercera generación (UMTS), los grandes operadores quieren apostar sobre seguro.

Los antiguos países del bloque soviético son el terreno ideal, con una seguridad jurídica y una estabilidad cambiaria superior a otras zonas en desarrollo como África o América Latina, y un potencial de crecimiento que les hace atractivos frente a mercados más maduros como los del oeste de Europa.

La situación es especialmente ventajosa en la telefonía móvil. La facturación de las compañías celulares de los 10 nuevos países de la Unión Europea creció un 15% en 2004, frente al 8% que aumentó de media en los Estados del oeste, según la consultora especializada Idate. La cartera de clientes en aquellos países aumentó un 21,6% frente al 6,5% que lo hizo en Europa occidental.

50% del mercado

Y es que aún queda mucho camino por recorrer en esa zona del mundo: apenas la mitad de la población de los nuevos Estados de la Unión Europea cuenta con un móvil frente al 80% en la Europa de los Quince. Y en los países que aún no han ingresado en la UE, el porcentaje es mucho menor.

Por eso, las grandes compañías europeas de telecomunicaciones han descartado de su cartera las inversiones en mercados maduros, como se ha puesto de manifiesto en España o en Italia, donde sólo los fondos de capital riesgo han pujado por operadoras en venta como Amena o la italiana Wind. El último ejemplo es la finlandesa Sonera, que ha comunicado a su socia, la constructora ACS, que quiere dejar el capital de Xfera, la cuarta operadora de móvil que se encuentra inactiva pese a poseer una licencia de telefonía móvil UMTS desde 2000, informaron en fuentes del accionariado.

Sonera, que posee el 16% de Xfera, ya cedió sus derechos de voto a la constructora de Florentino Pérez, que tiene el 32% del capital. Y no quiere asumir ningún compromiso más en la empresa de telecomunicaciones al entender que el proyecto está en vía muerta y sería muy difícil de resucitar. Los finlandeses buscan una salida similar a la del gigante de comunicación francés Vivendi, que vendió su participación por un simbólico euro, pero liberándose de las futuras ampliaciones de capital que han dado oxígeno al proyecto. Sonera quiere centrar su expansión exterior en las antiguas repúblicas soviéticas, como Kazajstán, Azerbaiyán, Georgia y Moldavia, donde, a través del consorcio Fintur, tiene participaciones mayoritarias. Asimismo, Sonera aspira a hacerse con el control de Turkcell, la empresa líder del mercado celular turco.

Pero no es la única empresa con pretensiones compradoras. Vodafone, líder mundial del sector, acaba de cerrar la compra de Oskar Mobil, la tercera operadora checa, y de Mobifon, primera compañía de móvil rumana, por 3.500 millones de dólares (2.620 millones de euros). El objetivo de la multinacional británica es compensar con su presencia en estos países de rápido crecimiento la ralentización de mercados como el japonés o el de Europa occidental.

La aventura checa de Alierta

Vodafone se disputa el mercado checo con Telefónica, que resultó ganadora de la privatización de Cesky Telecom, por la que va a desembolsar en conjunto cerca de 5.000 millones de euros, la mayor inversión de una compañía española en el Este de Europa. El grupo que preside César Alierta, una vez que se complete la segunda fase de la operación con la adquisición del capital que cotiza en Bolsa, analizará nuevos planes de expansión en países de la zona.

Por su parte, France Télécom, a través de su filial Orange, pelea con Deutsche Telekom por hacerse con el liderazgo del mercado polaco, aunque también está presente en Eslovaquia y Rumania, donde ha invertido 400 millones de euros para hacerse con la práctica totalidad de Orange Rumania. Telekom Austria ha invertido 1.600 millones de euros en adquirir Mobitel, empresa líder del móvil en Bulgaria. La griega Cosmote ha comprado Cosmorom en Rumania.

La privatización de ex monopolios como Turk Telekom, la del gigante ruso Svyazinvest (aplazada en repetidas ocasiones por las sospechas de corrupción) y la venta de compañías como la húngara Antena o la búlgara BTC serán los próximos campos de batalla para los operadores europeos.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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