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SOMBRAS NADA MÁS | Teodoro Sacristán, director de la Feria del Libro de Madrid

El hombre rodeado de todos los libros

Juan Cruz

Hasta los 26 años no tuvo en las manos un libro propio, y mientras tanto leyó en las escuelas y en las bibliotecas, y ahora es un hombre rodeado de una biblioteca heterogénea y enorme en el parque del Retiro. Se estrena este año como director de la Feria del Libro de Madrid, la más importante de España. Detrás tiene una biografía que él cuenta como cuentan las hazañas las personas humildes, como si estuvieran hablando de otros. Teodoro Sacristán nació en Madrid en 1951. Ésta es su historia.

La Odisea. "Aquellos primeros libros fueron La Iliada y La Odisea... Pero en casa no hubo libros... Yo nací en Tetuán de las Victorias, en Madrid, en lo que hoy es La Remonta, de una familia de izquierdas... Mi padre fue condenado a muerte, y fue confinado al penal de Burgos; le conmutaron la pena; tenía que cumplir 30 años, y allí conoció a mi madre, que iba a visitar a otros presos... Él fue ferrallista, de hecho le llamaban Emilio El Ferralla... Hizo las estructuras de construcciones importantes, como el edificio España, la sede actual del Ministerio de Defensa... Cuando yo nací aún vivíamos en casa de la cartilla de racionamiento, y la vida familiar estaba entonces marcada por la dificultad..., una odisea".

Leer y comer. "Mi madre era analfabeta, pero se sabía las letras, ella me las enseñó... Yo leía mucho en el colegio, y ella me decía: 'No leas mucho, que te va a sentar mal la comida'. Mi padre nunca se recuperó anímicamente de aquella historia... Y mi madre era inteligente, divertida, ella compensaba aquel desánimo... Aquellos primeros libros que tuve me los dio un primo; eran pequeños, gordos, me lo pasé muy bien leyéndolos... No, no he estudiado más allá del bachillerato, y eso no lo llevo bien, nadie lo debe llevar bien. La Universidad te da una base, te estructura, pero yo no pude estudiar; mi padre trabajaba un día sí y otro no, y yo era hijo único, había que trabajar...".

El alivio de los libros. "No sé si luego me he organizado muy bien la vida en torno a la cultura, pero lo cierto es que ahora tengo un rincón que está rodeado por mi biblioteca, y ahí leo. A veces cojo un libro, leo un trozo y después leo un trozo de otro, y siempre hallo alivio en lo que leo... Hace poco estuve leyendo historia del siglo XIX español, que fue un siglo más interesante de lo que se dice, y ahora leo historia de las ciencias; Sánchez Ron me hace fácil la lectura... Y siempre he estado rodeado de gente que amaba los libros, que los contaba bien... A los 15 años entré como administrativo en el Centro Superior de Investigaciones Científicas... Entonces trabajaba también en vacaciones en el Rastro; si lo hacías en Nochebuena y el 5 de enero, por la noche comíamos pollo; había amigos de mis padres que eran profesionales de ir a las bodas, para comer...".

Entre científicos. "En el CSIC adquirí una formación humana importante, con la que me fui a Roma, a trabajar en la Escuela Española de Arqueología, como secretario, y a la vuelta regresé a mi puesto; esa fue mi universidad; tuve maestros muy cercanos, como Jaume Llosa, Miguel Artola, Manuel Pérez Ledesma, Luis Alberto de Cuenca... Éste me dijo un día: 'No hay derechas e izquierdas en la cultura', y me llevó con él al Ministerio de Cultura... Ahora me han hecho director de la Feria del Libro... La verdad es que es un regalo: porque estás en medio de los libros, porque estás con editores importantes, porque aprendes a ver de cerca las dificultades que tienen que superar los libreros... Los autores hacen lo que tienen que hacer, pero no entran dentro de lo que a mí me debe preocupar como director de la Feria... ¿Y qué libro me ha marcado en los últimos tiempos? Creo que Los Baroja, sí, Los Baroja".

Teodoro Sacristán.
Teodoro Sacristán.

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