Rafael Buñuel muestra en Cádiz su obra gráfica y escultórica
El artista Rafael Buñuel inauguró ayer en la galería Benot de Cádiz una exposición de su obra reciente. La muestra, integrada por cinco piezas escultóricas de diferente formato y materiales, con preferencia por el bronce y la madera, así como por una veintena de obras en papel, pone de manifiesto la afinidad del autor por la escuela surrealista y la influencia de la herencia de su padre, el cineasta Luis Buñuel. No obstante, y a pesar de su devoción por maestros como Magritte, Rafael Buñuel prefiere huir de las etiquetas y siente su obra tan cercana al surrealismo como al teatro del absurdo.
De hecho, Buñuel dio sus primeros pasos artísticos como dramaturgo. "Cuando trabajaba en una obra, casi siempre tenía a mano un trozo de madera y un cuchillo, y de ahí salía a menudo una escultura de la que no tardaba en deshacerme. Hasta que entendía que dentro de mí había un escultor que quería salir, y comencé a guardar algunas piezas", comenta Buñuel, cuya labor profesional arranca como restaurador de arte africano en la Tribal Gallery de Nueva York.Lo mismo sucedió con su condición de dibujante: "Yo empecé haciendo garabatos, sobre cualquier superficie. Poco a poco me di cuenta de que no estaban tan mal y fui pasando algunos a limpio, y así hasta hoy", añade.