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TV-3 revisa la norma que limita el uso del castellano porque se incumple en la práctica

CiU acusa a la cadena de "españolización" y ERC exige una mayor presencia del catalán

El uso del castellano en TV-3 centró ayer buena parte del debate en la comisión parlamentaria de control de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV). Dos preguntas, de CiU y de ERC, promovieron la controversia, después de que el director general, Joan Majó, y el director de la cadena, Francesc Escribano, admitieran que TV-3 ha iniciado una reflexión encaminada a revisar la norma, de 1996, que limita la utilización del castellano, porque en la práctica se incumple. Las diputadas Marta Llorens (CiU) y Maria Mercè Roca (ERC) rechazaron la necesidad de dicha reforma de los criterios lingüísticos e instaron a que aumente la presencia del catalán en la televisión autonómica.

Las directrices sobre el uso del castellano en TV-3 vigentes desde 1996 fueron ratificadas en noviembre del año pasado por el Consejo de Administración de la CCRTV. Éstas establecen, por ejemplo, que las entrevistas que emita la cadena sean siempre en catalán y, en caso de que el invitado no lo entienda, se le proporcione traducción simultánea. Joan Majó recordó que la confirmación de la norma se efectuó ante la constatación de que "no se cumplía". "Pero a la vez iniciamos un proceso de reflexión interna para conocer el porqué de las dificultades en la aplicación", añadió el director general.

En este punto intervino el director de TV-3 para informar de la creación de una comisión formada por una docena de profesionales de la cadena procedentes de distintos ámbitos -asesoría lingüística, programas, informativos, realización, ficción...- que han redactado una serie de criterios "posibilistas" que serán trasladados al Consejo de Administración para su análisis. Entre ellos, el de que los debates se planteen en catalán, con invitados competentes en esta lengua; pero si se da el caso de que el máximo especialista en una materia es castellanohablante, no por este motivo se renunciara a su presencia, y si no entiende el catalán, se pondrá a su disposición un traductor simultáneo. "Nuestra sociedad es bilingüe y no negaremos el acceso a quien se explique en castellano", manifestó Francesc Escribano.

En cuanto a las entrevistas, el director de TV-3 explicó que, a juicio de los profesionales de la cadena, la efectividad del intérprete simultáneo no está tan clara. "Las entrevistas con traducción simultánea pueden perder nervio y potencia televisiva", adujo Escribano, que rechazó de plano las críticas lanzadas por CiU, de "españolización" de la cadena, y por ERC, según la cual el catalán está perdiendo peso en la programación y existe "dejadez" en lo que respecta a su uso en los informativos. "Actualmente la lengua catalana atraviesa en TV-3 la mejor situación de su historia", aseguró el director de la cadena, y en otro momento afirmó: "El nivel de tensión de los profesionales por lo que respeta a la lengua es hoy más elevado que nunca".

En el turno de réplica, la diputada de CiU Marta Llorens llegó a sugerir que, ante la inminente multiplicación de la oferta gracias a la digitalización y la consecuente fragmentación de la audiencia, la cadena tendría que apostar por un destinatario principalmente catalanohablante. "TV-3 debería tener claro su target ", apuntó.

Preguntas del PSC y de CiU sobre el tránsito del sistema televisivo analógico a la tecnología digital terrestre dieron pie a Majó para informar de que la CCRTV espera disponer en el futuro de ocho canales, uno de los cuales, el Canal Ciutadà, de carácter interactivo, para que los telespectadores puedan relacionarse con las administraciones públicas y realizar sus trámites a través del terminal televisivo.

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