_
_
_
_
_
Reportaje:

Antes ministra, hoy "terrorista"

El Gobierno de Bush deniega a Dora María Téllez el visado para impartir clases en Harvard

Dora María Téllez luchó contra la tiranía por la libertad; contra un dictador a favor de la democracia. Eso fue hace casi tres décadas. Pero el Gobierno de George W. Bush todavía no se lo perdona.

A Téllez, legendaria combatiente de la revolución nicaragüense que derrocó a Anastasio Somoza, le ha sido denegado el visado para entrar en Estados Unidos, cuyo Ejecutivo la ha clasificado de "terrorista". Su propósito en EE UU, país que ha visitado repetidas veces desde el triunfo sandinista de 1979, era la enseñanza. La Universidad de Harvard la había invitado a ocupar la cátedra de profesora visitante de Estudios Latinoamericanos Robert Kennedy durante el curso de primavera de este año.

Quizá nunca ha habido una mujer latinoamericana que haya desempeñado un papel militar más audaz en una lucha de liberación que Téllez. Fue la comandante Dos en la famosa toma del Palacio Nacional, en 1978, por parte de una unidad de guerrilleros. Ocuparon el palacio, tomaron como rehenes a diputados somocistas y lograron la liberación de todos los presos políticos sandinistas. Téllez, médico de carrera, encabezó después la insurrección militar en la ciudad de León y, cuando el Frente Sandinista tomó el poder, fue nombrada ministra de Salud.

El Gobierno estadounidense libró entonces una guerra de 10 años contra Nicaragua a través de la llamada Contra, un grupo armado acusado en esos días de graves violaciones de los derechos humanos y formado en gran parte por integrantes de la antigua guardia somocista. La persona encargada de organizar lo que el Tribunal Internacional de Justicia denominó "uso ilegal de la fuerza" por parte de la Contra fue el embajador estadounidense en Honduras desde 1981 a 1985, John Negroponte.

Hoy, mientras Negroponte ha sido nombrado coordinador de los servicios de inteligencia de EE UU, el Departamento de Estado afirma que Téllez no es apta para obtener un visado, ni admisible en territorio estadounidense de acuerdo con la Sección 212 (a) (3) B de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que tipifica las actividades terroristas. EE UU ha rechazado dar explicaciones.

Un portavoz de la Universidad de Harvard ha expresado "la gran decepción" de la institución. Escritores y académicos han condenado la negativa del Gobierno de Bush de permitir la entrada a Estados Unidos de Téllez, hoy una distinguida historiadora y también presidenta del Movimiento Renovador Sandinista (MRS).

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Gioconda Belli, escritora que militó en el Frente Sandinista durante la insurrección pero que dejó el partido y fundó con Téllez el MRS tras su decepción con el liderazgo de Daniel Ortega, definió de "antojadiza" la noción de terrorismo que tiene el Departamento de Estado. "Esto es un atropello", dijo Belli, cuyo libro de memorias de la revolución sandinista, El país bajo mi piel, tuvo mucho éxito en Estados Unidos. "Si luchar contra una tiranía es terrorismo, ¿cómo justifica Estados Unidos su invasión de Irak?", se pregunta Belli.

Según Andrés Pérez Baltodano, sociólogo nicaragüense radicado en Toronto, Téllez es "tan terrorista como George Washington y los oficiales y soldados del Ejército Continental que lucharon para poner fin al dominio británico en las colonias americanas". Baltodano mantiene que Téllez ocupa "un lugar especial en la galería del honor nacional". "Al ensuciar el nombre de Dora María Téllez, Estados Unidos ofende nuestra memoria colectiva, denigra nuestra historia e insulta a las mujeres y hombres que la han dignificado".

"Amenaza a mi vida"

La profesora se siente insultada y amenazada. "La acusación que me hace el Gobierno norteamericano atenta contra mis derechos humanos", dijo, "y no puedo por menos que considerarla como una amenaza a mi vida, a mi seguridad, integridad y tranquilidad". Téllez ha recurrido, y el Tribunal de Apelaciones de Managua, reconociendo que podría correr peligro, ha ordenado medidas para garantizar su libertad y seguridad.

La Cancillería nicaragüense se ha mostrado más reacia a ayudar. La docente ha solicitado una cita con el responsable de la diplomacia para pedirle que exija una explicación del Ejecutivo norteamericano, pero todavía no ha recibido respuesta de su despacho.

Dora María Téllez, durante un acto político en Managua, en 1999.
Dora María Téllez, durante un acto político en Managua, en 1999.AFP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_